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América Valenzuela

Divulgar Ciencia (y tecnología)

Me encuentro con América en  el café-librería Tipos Infames, en Malasaña. Esta acabando de pagar su nueva adquisición literaria Relámpagos, de Jean Echenoz. Además de su feliz idilio con la ciencia, que ha convertido a esta estudiante de químicas en una de las divulgadoras científicas más conocidas de nuestro país, me cuenta que está muy interesada por el mundo literario y que va a comenzar un curso en un taller. La podemos escuchar en Radio5 y leerla en la revita Quo y web de RTVE.

Cuando una periodista se pone al otro lado, ¿cómo se siente?

Ahora me siento cómoda, pero la primera vez me puse muy nerviosa, tanto que se me fue la voz. Antes de sacar mi libro Ciencia al cubo que está basado en las píldoras de la radio nunca me habían entrevistado. Fue en Radio 1, me entrevistó Toni Garrido y es que no sabía qué decir, fue una situación horrorosa. Menos mal que no me volvió a pasar.

Dentro del  amplio territorio del periodismo científico, ¿cuáles son los temas que más te seducen y cuáles son las áreas que más te incomodan?

Me gusta mucho la química porque fue lo que estudié y ahondar en la parte más divulgativa de esta disciplina. Y luego me gusta mucho la física teórica con todo lo que ha supuesto el “Bosón de Higgs”. A ver si les dan el Nobel porque creo que lo anuncian mañana. [Un día después Englert y Higgs recibían el Nobel de Física] Cuanto más sabes más te gusta, porque más dudas te generas. Y también me atrae la neurociencia, la parte de los emociones, porque está en efervescencia y se están descubriendo muchas cosas. Y luego incomodarme…la verdad…es que yo soy muy positiva, y cualquier cosa por dura o densa que parezca a mi me parece un reto. Estuve escribiendo dos años sobre neurología, psiquiatría y adicciones que era un tema duro y al final le cogí el gustillo. De las enfermedades mentales si es verdad que acabé un poco quemada.

¿Cuál consideras que es el avance científico más importante en la última década?

¡Qué preguntita! Avances como el acelerador de partículas satisfacen mucho nuestro saber porque se trata de conocer como funciona el cosmos. Pero un avance que nos haya sido realmente útil… ha sido el como hemos afrontado la epidemia del sida. Es un ejemplo de lo lejos que podemos llegar cuando nos coordinamos.  Hemos visto cómo ha nacido, como se ha dispersado a la velocidad del rayo y cómo nos hemos puesto las pilas para desarrollar antirretrovirales y tomar medidas de precaución para evitar una mayor expansión. Y lo hemos logrado. En los próximos años tendremos una vacuna para el sida. La historia no ha terminado pero es un ejemplo muy bonito.

¿Donde crees que se van a producir los mayores avances científicos en el futuro?

Yo pienso que en el cerebro. Vamos a entender cómo funcionan los circuitos neuronales -de hecho se está invirtiendo mucho dinero ahora en esto-. Hace poco le dieron a Rafael Yuste, que es un científico español que está en Estados Unidos, una financiación enorme para su estudio. En concreto, la corteza visual del ratón que es similar a la humana y a partir de ahí se conocerán muchas cosas. Se está invirtiendo también en conocer las emociones y en las enfermedades degenerativas como alzhéimer y párkinson. De hecho, dicen que este es el siglo del cerebro porque ha habido muchos avances para poder estudiarlo y ver cómo se comporta a tiempo real sin tener que invadirlo, sino simplemente con una resonancia magnética. También en materiales nuevos como el grafeno… (ver entrevista a en El Duende)

¿Vive el periodismo científico un buen momento?

La ciencia interesa y de hecho las encuestas apuntan a que interesa. La gente quiere saber cómo funcionan las cosas. Además está en todos los ámbitos de la vida y de la actualidad. Por ejemplo, los terremotos provocados por la acumulación de gas del Proyecto Castor. Todo eso está relacionado con la ciencia. Y luego explicar los conocimientos científicos nos protege de que nos engañen. Esa es también nuestra labor.  Esto quien quiera porque hay quien prefiere creer en la magia, creer en cosas que no tienen explicación…

Hay mucho aprovechado vendiendo pseudociencia…

Sí, mucho caradura. Creo que la gente tiene que tener cultura científica. Igual que saben de literatura o saben de cine… porque ahora todo es ciencia. Estamos rodeados de dispositivos tecnológicos, somos dependientes de ellos, y debemos saber cómo funcionan las cosas. Cuando dicen “No, es que soy de letras, no de ciencias”, pues es igual de cateto que al revés.

¿Cuánto de verdad hay en una farmacia?

Por ejemplo la homeopatía es un timo a voces. No es más que placebo y solo funciona unos meses. Ahí hay una especie de limbo legal. No tiene que pasar los controles que pasan los medicamentos, no tienen que demostrar eficacia y se creó una figura legal para amparar este tipo de producto y que pudiera venderse en las farmacias. Mucha gente piensa que si se venden en las farmacias servirá y a lo mejor estás pagando una pasta por comerte azúcar o beber agua, por no hablar de los que mueren porque dejan su mediación. Yo por ejemplo he hecho dos suicidios homeopáticos. En uno me tomé 40 sedantes homeopáticos. Lo hicimos delante del Instituto Homeopático que está en Alonso Martínez y ahí toda la mañana tomando “pastis” y nada.

Todos los días se habla de los récords de Cristiano Ronaldo ó  Messi…pero del nuevo récord de teleportación cuántica en Canarias nadie habló de ello…

¡Sí, yo hablé de ello! (risas) La crisis del periodismo también está afectando a que haya menos visibilidad, aunque ahora hay portales web especializados y generando contenidos que luego se están trasladando a los medios generalistas como Materia que hace una gran labor. Íbamos hacia arriba, cada vez había más secciones de ciencia, Público tenía 8 páginas, una sección diaria en El Mundo, un suplemento que se llamaba Natura, Eureka también. Y luego llegó la crisis al periodismo...  

En tu carrera, ¿cuál crees que ha sido tu momento más significativo?

Los inicios. Cuando comencé a trabajar en radio y Pedro Piqueras me dio esa oportunidad de pasar a los informativos de Tele 5. Más que los momentos son las personas que te encuentras y los maestros como Pedro Piqueras o Pablo Jauregui, que fue mi maestro en El Mundo y que me enseñó cómo tratar la información científica de forma amena.

¿Curarán las pastillas el mal de amores?

Si seguro, pero no lo vamos a terminar usando. Hay hormonas como la oxitocina por ejemplo que la llaman el pegamento social porque nos hace estar cariñosos. Si lo miras fríamente si rompes con alguien se sabe perfectamente lo que va a pasar. Hay unos ratoncitos que están unidos de por vida porque generan una misma hormona y forman pareja estable toda la vida. Si separas a uno del otro, al no generar esa sustancia, generan dolor físico y por eso separarse de tus seres amados duele; pero duele de verdad.

Texto: Rubén Arribas

Fotografía: Rai Robledo

Estilismo: Zoe Islove

Maquillaje: Ariana Suárez 

Agradecimientos: Imprenta Municipal de Madrid

Foto arriba: camiseta y cinturón SPRINGFIELD, pantalón denim LEVI'S, sudadera REEBOK, zapatillas KEDS

Foto 1: camiseta SPRINGFIELD, pantalón denim LEVI'S, colgante BISCUIT

Foto 2: camiseta REEBOK, bomber WESC, falda BISCUIT, collar SPRINGFIELD

Foto 3: top y zapatillas CONVERSE, pantalón y collar SPRINGFIELD, cinturón BISCUIT

América Valenzuela: divulgar ciencia (y tecnología)