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Portada de El Duende Nº96

Silja Götz. Portadista de El Duende Nº95

Regensburg (Alemania), 1974 Silja Götz lleva ocho años ganándose la vida (como ilustradora) en Madrid, siempre en ese espacio que hay entre su cabeza alemana y un corazón que “habla español”. Y no le va mal. The New Yorker, El País, Vogue, Neon, Daily Telegraph, Die Zeit, y ahora El Duende, forman parte de su lista de clientes. Sus trabajos se han visto en Canadá, Austria o Alemania. En sus obras más tipográficas, Silja fabrica sus propias letras, que se vuelven ilustración. Por Patricia Reguero.


Como ilustradora, ¿de qué te sirve la tipografía?
La uso mucho, como complemento o incluso como protagonista. En el primer caso es importante dejar un espacio a la interpretación, acompañar a una imagen con un texto que lo explica una vez más sería muy aburrido.

En tus trabajos más tipográficos integras casi totalmente ilustración y tipografía. ¿Qué es primero, la ilustración o la “tipo”?
Depende de si el texto es una cosa añadida o si es la base de la imagen. Yo siempre empiezo con lo más importante.

Tres tipos favoritos y los tres que más odies y por qué
Favoritos: Aachen, Helvetica y Georgia. Dejando de lado tipos mal hechos que no sobreviven el paso de tiempo, sólo se me ocurre una tipografía que no soporto en ningún contexto: la Mistral.

¿Qué arte/disciplina/cosa estaría en el polo opuesto de la ilustración?
Tal vez la filosofía y la matemática. Mi trabajo de ilustradora consiste en explicar y narrar, mientras estas dos disciplinas son pensamiento puro y abstracción.

Alemana afincada en España, ¿son culturas opuestas?
Son culturas opuestas no tanto en el resultado del trabajo, sino en cuestiones de comunicación y de organización. Por ejemplo aquí se están haciendo las cosas casi siempre muy de prisa, en Alemania se planifica un poco más. Desde que vivo aquí he descubierto que mi cabeza es muy alemana, mientras mi corazón habla español.

No te consideras una “Artista con mayúsculas” (así se presenta en su ficha del Archivo de Creadores de Matadero Madrid) ¿Una artista de caja baja?
‘Artista de caja baja’ suena bien. Necesito un impulso desde fuera para crear. Me falta el urgente deseo de expresarme, así que me siento más libre sin esta presión de tener que transmitir algo grande al mundo cada vez que cojo el lápiz. Prefiero ayudar a comunicar o explicar algo, y también embellecer, con hacer esto bien ya me conformo.

¿Qué haría Silja si no fuera, como tú te has descrito, una “artista a sueldo”?
Tal vez cocinera. Aunque probablemente me falta algo de pulcritud y los fogones no tienen botón de ‘deshacer’.

Dices que ahora estás donde querías llegar al empezar. ¿No tienes nuevos lugares de destino?
Me gustaría compaginar el trabajo de la ilustración con la enseñanza. Ya he dado un taller de tipografía e ilustración en una escuela de diseño en Austria, y la experiencia fue muy positiva.

“Femenina, ecléctica y estética”… ¿Sigues definiendo así tu obra?
Sí, esto lo define bien. Lo de ‘femenina’ no lo puedo evitar, lo de ‘ecléctica’ me permite explorar en todas las direcciones y lo de ‘estética’ es un vicio de por vida. Intenta definirte por oposición, por lo que no eres.

¿Cuál es el antónimo de Silja Götz?
Una pizza precongelada con piña y bacon.

Sobre la portada… Me gusta porque es muy sencilla y plana, un poco como el diseño gráfico en los sesenta. Tiene algo de humor y algo de mala leche.

www.siljagoetz.com

Silja Götz. Portadista El Duende Nº95