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AFTERWORK
MADE IN NEW YORK
 
Si estás planeando una futura visita a Nueva York te podrán interesar algunas de las propuestas que te planteamos aquí para disfrutar de un cocktail de Seagram’s Gin en buena compañía. Si de algo pueden presumir los locales de esta ciudad son de sus vistas de ensueño. Las azoteas de sus rascacielos se convierten en un oasis que se aleja del bullicio que, a decenas o centenares de metros más abajo, recorre sus avenidas. En el otro extremo están los locales más escondidos, aquellos que han mantenido esa esencia clandestina de los speakeasy. A muchos de ellos solo puedes acceder por una puerta secreta o con una contraseña.
 
Un paraíso EN LAS ALTURAS
Por Irene Crespo
 
124 West 57th St, piso 29
Su nombre lo dice todo. El tejado del Viceroy Central Park. La terraza de este hotel en Midtown tiene las mejores vistas sobre el pulmón de Manhattan. Y cómodos sofás desde que los que disfrutarlas con sus cocktails de autor. Además, tiene un breve menú de aperitivos para acompañar, como el hummus de alcachofa.
 
653 11th Ave, piso 16
Tocar el cielo en ‘La Cocina del Infierno’. En mitad del popular barrio Hell’s Kitchen y con vistas de 360 grados. En lo alto del Ink48 Hotel, una antigua imprenta, The Press Lounge es una de las terrazas más sugerentes para disfrutar del atardecer al otro lado del río Hudson. Abre también en invierno por su cubierta de cristal y sus estufas de diseño. 
 
444 W 13th Street
 Punto de encuentro de la gente guapa de Manhattan. La azotea del hotel Standard sobre el High Line domina Meatpacking y el río Hudson. Tiene piscina-jacuzzi y unas vistas privilegiadas sobre el sur de la isla y el nuevo Museo Whitney. Un lugar para el afterwork, para alargar la noche o para disfrutar del brunch de fin de semana.
 
30 Rockefeller Plaza, piso 65
Uno de los secretos mejor guardados de las alturas de Manhattan. La terraza del Rainbow Room, el clásico salón de baile y restaurante, se llama SixtyFive y está solo unos pisos por debajo del mirador de lo alto del edificio Rockefeller. Por el precio de una entrada al 'Top of the Rock' disfrutas de una copa y las mismas vistas de toda la isla. 
 
47 West 38th Street
La terraza para mirarle a los ojos al Empire State y casi tocarlo mientras bebes un gin tonic o un cocktail Empire State (ginegra, jengibre y sirope)  El Spyglass es el rooftop del nuevo hotel Archer situado en el piso 22 y preparado para el verano y el invierno. Un lugar perfecto para acabar la noche después de la cena en el nuevo restaurante de David Burke, Fabrick.
 
71 W 35th Street, piso 18
Otra vista del Empire State. Otro estilo. Y una carta más amplia de aperitivos y comida, como el veraniego y muy fresco, lobster roll (sándwich de langosta). De hecho, es un espacio perfecto para el brunch del sábado. Ahora han incluido también un almuerzo exprés para no perder tiempo con la comida, pero hacerlo en el mejor entorno.
 
132 West 47th Street
Un pequeño oasis cerca de Times Square, en lo alto del Sanctuary Hotel, donde respirar por encima del gentío. Un refugio, como dice su nombre. Una parada ideal para antes o después de un musical de Broadway. De hecho, tienen un menú especial post-teatro. Y, sobre todo, una larga carta de cocktails originales.
 
80 Wythe Ave
Un clásico de Williamsburg. Aunque su popularidad obligue a aguantar pequeñas esperas en las horas punta los fines de semana. La vista del sol poniéndose detrás de los rascacielos de Manhattan merecerá la pena.
 
En busca de la PUERTA SECRETA
Por Cecilia Camacho
 
9 Doyers St · apothekenyc.com
Era un antiguo ex fumadero de opio de Chinatown. Tienen más de 250 cócteles especiales (la mayoría entre 14 a 16 $). Los lunes, martes y domingos tienen música en directo y los miércoles, conocidos como 'los miércoles prohibidos' cuentan con una banda de jazz. Se requiere una contraseña para entrar.
 
48 W 17th St · raineslawroom.com
En el distrito del edificio Flatiron hay una puerta negra que da acceso a unas escaleras subterráneas y por las que se entra a este bar secreto. Su nombre proviene del nombre de una ley del Estado de Nueva York de 1896 que prohibía la venta de alcohol los domingos… excepto en los hoteles. Podrás tomarte un delicioso cocktail mientras tomas asiento en el 'tren' y tiráis de la cadena de tracción para que los camareros vengan a tomaros nota. Una experiencia imprescindible en la ciudad.
 
451 Graham Ave, Brooklyn
En 1920, la 18 ª Enmienda, teóricamente, convirtió a Nueva York en una “ciudad seca”, a pesar de que las autoridades hicieron la vista gorda en ciertos establecimientos de bebidas. Aquí viviréis una experiencia back to the past en toda regla. Sus cocktails tienen un precio razonable (de 9 a 11$) y sus aperitivos están muy ricos (huevos devilled por 5 $ o un plato al que llaman “el del bebedor de cerveza” a base de pretzels, pepinillos y queso cheddar por 8 $).
 
8 Stuyvesant St
Para llegar a este auténtico speakeasy japonés es necesario buscar el restaurante 'Village Yokocho', subir al segundo piso, girar a la izquierda y buscar una puerta de madera. Aquí suena música jazz y sus cocktails (entre 15 y 16 $) están muy buenos. Es muy tranquilo y agradable y es perfecto para ir con alguien que te gusta. No se aceptan grupos de más de cuatro personas juntas. Se recomienda ir temprano y evitar los fines de semana.
 
132 Ninth Ave
La pared del fondo de la 'Stone Street Coffee Company' esconde una puerta por la que se accede a este bar clandestino. En medio del Bathtub hay una preciosa bañera de cobre sobre la que te invitan a saltar como si se tratase de una hoguera de San Juan. Un must.
 
433 E 6th St
Imprescindible. Si bien tiene una reputación de estar siempre demasiado lleno, si váis prontito, a eso de las siete de la tarde, será más fácil. Aquí podréis probar increíbles cocktails de la mano del barman Jason Littrell. El servicio y la atención son excelentes. No aceptan reservas.
 
82 Berry St, Brooklyn
Está ubicado en Williamsburg y destaca por sus techos altos y sus grandes ventanas y su ambiente con claras reminiscencias a los años veinte. Cuenta con una barra de mármol, en la que preparan cocktails que oscilan entre 9 y 14 $. Es también un club social, donde podréis degustar ostras o una tabla de quesos.
 
135 Atlantic Ave (sótano) 
El restaurante francés Chez Moi esconde detrás de una estantería de libros mucho más de lo que parece: es la puerta secreta a un local subterráneo decorado en estilo rococó en el que en cualquier momento parece que te cruzarás con la mismísima María Antonieta.
 
113 St. Marks Place, East Village
Uno de los clásicos. Para poder encontrarlo hay que buscar una salchicha gigante en la calle, que dice 'cómeme' (en inglés, 'eat me'). Una vez estéis dentro del 'Crif Dogs', cuya especialidad son los hot dogs, hay que seguir caminando hasta encontrar una cabina de teléfono antigua. Tendréis que marcar el número 1 para que os dejen entrar y una vez dentro descubriréis un elegante bar decorado con sillones de cuero, paredes de ladrillo visto y animales disecados colgados en las paredes. 

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