<
>
 
Historias para no dormir
 
 
Hay ocasiones en la vida en las que sin ser apenas consciente de ello, te enfrentas a un espectáculo de tal calibre – por llamarlo de alguna manera, ya que esta palabra se queda corta –, que la sensación que te invade desde el inicio es la de estar dentro de una película de Kubrick. Este peculiar show se llama Sleep No More y se trata de una adaptación de Macbeth, una de las obras más conocidas de William Shakespeare.
 
La dificultad a la hora de explicar esta experiencia teatral reside en el misterio que entraña y a los constantes cambios que se suceden en todas y cada una de sus sesiones. Se trata de una experiencia viva, tanto para los actores implicados como para todo aquel que tiene la suerte de poder vivir algo así. Para que os hagáis una idea… en Sleep No More el público está cubierto con máscaras blancas de apariencia veneciana para garantizar su anonimato, mientras merodea libremente y en absoluto silencio por el mundo épico que gira alrededor de este drama shakesperiano. Cada uno a su ritmo, eligiendo qué ver y a dónde ir. De esta manera, siempre se consigue un viaje diferente y único para cada persona. 
 
El singular escenario en el que se representa esta función ocupa una superficie total de unos 9.000 metros cuadrados y está compuesto por un centenar de habitaciones, cuya exquisita decoración está repleta de detalles que, aunque a primera vista parecen solo atrezzo, son fundamentales para comprender esta tragedia acerca de la traición y la ambición desmedida creada por el dramaturgo inglés. Asimismo, aquí cohabitan desde un hospital, un bosque, una tienda de taxidermia, e incluso una botica, entre otras muchas escenografías, y en todas ellas la atmósfera es tétrica, sombría, a veces incluso asfixiante. De ahí que el cabaret-bar, antesala del espectáculo, y donde una jazz band ameniza el lugar, resulte un oasis para aquellos que quieran hacer una pausa durante las tres horas que dura cada sesión (un total de cinco).
 
Todo lo que acontece es insospechado, excitante y muy sorprendente. Tú eliges 'tu propia  aventura' a partir de las situaciones con las que te enfrentas, y tú decides el nivel de implicación que quieres tener. Un hecho que no tiene parangón. Otra de sus particularidades es que hay ciertos momentos cumbres a los que llegas por sorpresa y ante los cuales solo puedes permanecer ojiplático y tener el impulso de frotarte los ojos al no creer lo que está sucediendo. Sleep No More activa el córtex sobremanera, así como nuestros niveles de adrenalina, dopamina y serotonina sin poder evitarlo…
 
Quien está detrás de esta gran idea es la compañía británica Punchdrunk, cuyo equipo está formado por Felix Barrett y Maxine Doyle, principales cabezas pensantes, y está producido por Jonathan Hochwald, Arthur Karpati, y Randy Weiner (EMURSIVE) – el cofundador de The Box, un espacio muy particular en el Lower East Side –junto a Rebeca Gold Productions. Ellos son los artífices de este hotel ficticio con estética de los años 30, al que han llamado Mc Kittrick – nombre que proviene de una película de Alfred Hitchcock (Vertigo) –, y que han ubicado en Chelsea (530 West 27th Street), el barrio neoyorquino más conocido por sus galerías de arte que por sus salas de teatro, y donde se desarrolla este fenómeno de público y crítica con más de cinco años en activo.
 
Hasta el momento han sido muchas personas las que han quedado perplejas ante tamaña epifanía. De hecho, a pesar de que las entradas son caras (entre 75 y 95 dólares), no son fáciles de conseguir. Y es que todo aquel que lo descubre como es el caso de la modelo erótica, actriz y vedette estadounidense Dita von Teese, quien llegó a verlo hasta tres veces, lo recomienda. Nos aseguran que seguirán en la Gran Manzana hasta septiembre de este año. ¿Después? Quien sabe…     

Historias para no dormir