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Arte en baja resolución
Luis Úrculo 
Por Ana Berruguete 
 
La trayectoria de Luis Úrculo (Madrid, 1978) parece que ha ido sucediéndose a partir de retos hasta llegar a ser hoy uno de los artistas españoles emergentes con mayor proyección en la escena internacional. Si comenzó como arquitecto, pronto supo ver que la dimensión espacial le interesaba desde otras perspectivas. Del cuadro a la instalación, al vídeo o a la performance, el artista recurre a todo tipo de soportes y disciplinas sin miramientos. Le pillamos en su ciudad, a la que regresa puntual para ARCOmadrid, donde repite con la galería Max Estrella.
 
¿Qué vamos a ver en la feria? En Arco presento el proyecto 'Index' que es una exploración en el dibujo a través del formato de esquemas, diagramas, dibujos de proceso y de detalle. Muchos de estos dibujos están recogidos de la antropología, arqueología, de mis propios cuadernos de trabajo, de libros de historia… de los que he borrado su contexto, para enfocarme en la línea, y en su naturaleza como dibujos, que unidos, crean nuevas relaciones y conexiones, que en inicio nunca tuvieron y que ahora se crean, como un Atlas de Warburg. La instalación se compone de un set de 40 piezas de acrílico de color, grabados en láser y que generan una gran densidad de información.
 
Por otro lado, presento una obra de la serie 'Baja resolución', piezas tejidas en crochet, que desde hacía unos años no había vuelto a producir, pero he vuelto a esa serie. Son dibujos de línea negra, que muestran piezas arqueológicas, huesos, que para mí es el objeto-materia que ha unido la historia del mundo. Ambos trabajos tienen en común el espacio que otorgo al espectador, que debe interpretar, reconstruir y cerrar una conclusión, al igual que ocurre al visitar un museo de arqueología y vemos piezas en una vitrina.
 
Como vemos, el dibujo sigue desarrollando un papel fundamental en tu trabajo.
Si, el dibujo es la base. Cualquier proyecto parte de mi cuaderno que es mi escritorio mental.
Eso es lo que quizás puedo relacionar con mi formación como arquitecto, que aprendí a construir primero en papel, para luego cambiar a una mayor escala y traducir las líneas al espacio. No creo que lo que haga sea tan distinto al taller de un arquitecto, sólo cambian los contextos y las formas...y quizás los materiales.
 
En cuanto a éstos, son los que te vas encontrando a tu alrededor, de uso doméstico, que no dudas en hacerles transcender. ¿Cómo es tu relación con ellos? 
Mi relación con lo doméstico ha sido el resultado quizás de la precariedad, de la necesidad de realizar proyectos pero ante la falta de recursos utilizar lo más inmediato. 
 
Defines tus obras como procesos, ¿en cada comienzo sabes dónde vas a llegar?
En cada proyecto hay un contexto teórico y de referencia con el que trabajo, que marca un espacio de intuición sobre el que moverme, pero no una conclusión. Algunos proyectos como 'Reconstrucciones pt.3' se basan en detenerse en un punto justo anterior al resultado, generando unas piezas que son entonces planos de detalle del proceso. Son grandes paneles (pizarrones como los denominan en México) que se utilizan como soporte de información. Sería el plano de detalle de un edificio, sin ser construido, ese espacio anterior a la realización me resulta muy atractivo. Es lo sexy vs lo pornográfico.
 
Pero ahora incluso pides al espectador que forme parte de él, que participe y lo concluya.
Sí, pero no es nada nuevo, es recuperar el espacio del espectador ante la visita a cualquier pieza arqueológica o ruina, o el simple hecho de hacer turismo. Uno debe interpretar y generar conclusiones constantemente.
 
Recientemente, has celebrado exposiciones individuales en Chile, Dinamarca, México, Portugal y Argentina, además de participar en colectivas en EEUU y  Japón. ¿Sigue siendo España una asignatura pendiente para los artistas? 
Si, España es compleja. Yo me fui hace 4 años a México para intentar deslocalizar mi origen y centrarme en mi trabajo de manera independiente. Esto ha generado un trabajo en diversos lugares del mundo, y ha sido este último año cuando he comenzado a trabajar con una galería española, algo muy gratificante, pero a nivel institucional todavía no hay muchos planes. Trabajar de manera profesional como artista es difícil en España, apenas hay ayudas y apoyos, es un drama. Hay propuestas maravillosas como Generaciones, Ranchito...pero hace falta algo más para que podamos generar un lugar con mínimas condiciones para apoyar a los artistas. La falta de un coleccionismo sólido en España tampoco ayuda. No hay cultura de coleccionismo.
 
Fue a través de tu galería mejicana que el Metropolitan de Nueva York adquirió una obra tuya en 2015 (el proyecto 'Reconstructions pt.1 & pt.2') ¿Cómo fue aquello? 
Fue increíble, la primera gran institución que decide apostar por mi trabajo y es el MET...Esto al menos te da un empujón para decirte que no andas muy despistado, pero tampoco te cambia la vida, más bien te anima a seguir luchando, a saltar más vallas.
 
¿Qué te deparan los próximos meses? 
Estoy comenzando un proyecto nuevo, a la vez que sigo con la producción para las diversas ferias: MACO en México y ARCO. En abril tengo una exposición en Nueva York en la galería Josee Bienvenu.
 

Arte en baja resolución