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ÁLVARO TATO
Sangre y vísceras en el patio de butacas
Por Teresa Vaquerizo
 
El Teatro ha sido asesinado. ¿Quién es el culpable? Esta es la pregunta clave en Crimen y Telón, el nuevo espectáculo de Ron Lalá, ganadores del último Max por el mejor espectáculo musical. Hablamos con el responsable de urdir esta siniestra trama en la que el público también se verá involucrado. 
 
El 21 de diciembre lanzan su nuevo estreno musical, Crimen y Telón el Teatro Fernán Gómez de Madrid. Además, Tato mantiene muy viva su vena literaria: 'Después de 20 años diciendo que sí a todo, ahora toca elegir, porque también mi carrera poética está creciendo, acabo de publicar Vuelavoz, y siempre ando dando vueltas a nuevas ideas, dejando que la poesía venga a mí'.
 
¿Cómo surge la idea de Crimen y Telón? Tenía el primer puesto en nuestro cajón de ideas. Es un espectáculo de teatro contemporáneo, de género negro, es la investigación de un asesinato, pero el asesinado es el teatro, lo que nos da mucho juego para hacer un recorrido por la historia del teatro. Salimos de lo clásico pero sin hacerlo del todo. 
 
¿De qué manera involucraréis al espectador en la obra? Todas las noches va a producirse este asesinato donde el público no es solamente un testigo, también es un sospechoso. El detective Noir es el encargado de esta investigación policial, pero el público va a tener que jugar con nosotros, va a tener que formar parte de la historia que está sucediendo en tiempo real, y va a tener que preguntarse qué participación tiene, como investigador, como testigo o como sospechoso.
 
¿Crees que el teatro podría llegar a morir? El teatro nunca puede morir, pero por eso le hemos sometido a este juego policíaco, para preguntarnos: ¿qué pasaría si muriera?, ¿cómo sería un mundo sin teatro? E incluso un mundo sin artes, porque Crimen y Telón se desarrolla en 2034 y las artes han sido prohibidas. 
 
Una idea trágica, pero aderezada con vuestro habitual sentido del humor… El humor es la herramienta ideal para tratar lo trágico. El público sale con dolor en la mandíbula pero también con muchas preguntas. Para nosotros ese es el mejor halago posible, que el humor sea algo profundo en un mundo tan ligero, donde cada vez es más difícil reírse.
 
Háblame de la música en Crimen y telón: Nuestro director musical, Miguel Magdalena, nos ha llevado a un mundo fascinante donde hay mucho jazz, música antigua, barroca y música popular: rock, pop, baladas… Hasta tenemos un narcocorrido. Hay una gran variedad musical, y tocamos y cantamos todo en directo, el sello de Ron Lalá. 
 
Cervantina se hizo con el premio Max al Mejor Espectáculo Musical. ¿Qué significan los premios para vosotros? Son como los orgasmos masculinos, muy intensos, pero duran poco. Los gozamos un rato y luego los guardamos en una urna con mucho cariño. Son como pequeños símbolos de que debemos seguir adelante. Nada más y nada menos.
 
¿Cuál es tu musical favorito? Es una pregunta dificilísima, pero si me tengo que mojar, yo diría Cantando bajo la lluvia. Me gusta mucho el musical clásico que me ha legado mi padre, un gran amante de los musicales. 
 

Sangre y vísceras en el patio de butacas