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J. Grau-Garriga,

un referente del arte textil contemporáneo 

La galería Michel Soskine Inc. acoge la segunda exposición de uno de los artistas del arte textil contemporáneo más importantes del s.XX: Josep Grau-Garriga (1929-2011): 12 tapices de 1972 hasta los años 2000 presentan la evolución de un trabajo que va de obras políticas y tormentosas, hasta los últimos años cuando, viviendo en Angers, región de Francia -conocida por su “douceur de vivre”-, será donde su obra toma un carácter más lúdico y escultórico.

Después de la exitosa presentación de un tapiz monumental de Josep Grau Garriga en la última edición del Pabellón Art Unlimited en Basilea por el curator americano Gianni Jetzer (Hirshhorn Museum de Washington), las obras seleccionadas en nuestra exposición proponen profundizar el conocimiento en su creatividad y el papel que Grau-Garriga ha desarrollado a través de materiales no convencionales, acabando en una nueva visión informalista y una verdadera revolución del tapiz contemporáneo.

Empleado por las monarquías europeas durante el Gótico y Renacimiento como símbolo de poder, el tapiz en los últimos años ha visto un renacimiento de parte de artistas jóvenes y una relectura de museos e instituciones como la exposición de Sheila Hicks en el Pompidou o varias exposiciones en museos sobre el arte texil.

Josep Grau-Garriga nació en 1929 en Sant Cugat del Vallès en el seno de una familia de campesinos. En este entorno ligado a la tierra y la influencia de la pintura mural románica catalana, es donde descubriría su vocación.

En el 1957 viajó a Francia y conoció a Jean Lurçat, el cual era considerado el maestro del arte textil. Con él adquirió las técnicas del tapiz que aplicó en su taller de Sant Cugat, además de entrar en contacto con los principales artistas informalistas europeos: Fautrier, Dubuffet, Burri. Esta influencia llevará a Grau-Garriga a superar el concepto pictórico por medio de un procedimiento de creación plástica que expresara sus pensamientos, a través de la materia misma: 'Me di cuenta que yo podía pensar y ejecutar un tapiz sirviéndome de cualquier tipo de ‘cordel’ que estuviera a mi alcance en un momento dado y que a mí me pareciera que su presencia en el tramado textil era necesaria y eficaz’.

De 1959 hasta 1969, con apenas 30 años, inicia un proceso de investigación del tapiz donde de forma gradual pasará de la figuración a una abstracción total. Grau-Garriga abandonó el patrón del alto lizo para empezar a manipular las fibras como un escultor. Sus tapices, cada vez más complejos, emplean la yute, cuerda, lana, sisal, cáñamo, metal, de forma desbordante y al final de su vida se desarrolla con collage de vestidos sobre el propio tapiz como en “Cada Día” (1992).

Tras su primera individual en la Sala Joan Gaspar en 1964 atrajo el interés de Joan Miró, Antoni Tàpies o Pablo Picasso en su obra, los cuales visitaron su taller en Sant Cugat ya como director artístico de Casa Aymat.

En 1969 conoció al comisario Phillipe de Montebello, futuro Director del Metropolitan Museum of Art de Nueva York, quien organizó la primera gran retrospectiva de Grau-Garriga en el The Museum of Fine Arts, Houston de Texas en 1970. Esta relación le llevaría a colaborar en varios proyectos en el LACMA de Los Ángeles en 1974 y en el Museo Rufino Tamayo de México en 1987.

En 2013 el Musée d’Art moderne de la Ville de París en la colectiva ‘Decorum’ rinde homenaje a Grau-Garriga junto a otros Maryn Varbanov, Jagoda Buić o Annette Messager, impulsores de la Nouvelle Tapisserie del s.XX.

Hasta el 10 de noviembre
General Castaños 9. Madrid. 28004
(+34) 91 431 06 03
michelsoskineinc@gmail.com 
www.soskine.com 

Exposición: J. Grau-Garriga