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Natalia Menéndez. Ensayo Realidad. Foto: David Orejas

Natalia Menéndez
La Ceremonia del esfuerzo

Natalia Menéndez es la fórmula perfecta de la pasión por la dramaturgia y la inteligencia visceral. Su voz suena espontánea, disciplinada y efectiva. Una personalidad equivalente al lenguaje dramático y comprometido de Tom Stoppard, uno de los más brillantes autores de teatro británico actual y que es, además, muy conocido como guionista de cine (Shakespeare in love, La mujer del teniente francés). Su pieza Realidad (The Real Thing) llega al Teatro María Guerrero con un elenco en el que están Javier Cámara, María Pujalte o Arantxa Aranguren, entre otros.

"La vida es un juego de probabilidades terribles, si fuese una apuesta no intervendría en ella”, ¿Compartes la visión de Tom Stoppard?
Es un genio truquero con la palabra. Yo confío más en el trabajo y la ilusión que en el azar para esquivar el infortunio.

El autor exige al público perspicacia intelectual. ¿Qué exiges a los actores para trabajar su texto?
Ductilidad con la propuesta. Distanciamiento del realismo, sentido del humor e implicación en el proyecto.

¿El montaje te quita el sueño?
Por las noches se me aparecen los personajes y no paran de dar vueltas en mi cabeza. El gran reto de esta obra es poder comunicar situaciones cotidianas que revuelven las entrañas sin caer en el arquetipo. Analizar el desamor o la felicidad sin recurrir al cliché...

¿Y suele funcionar mejor la experiencia o la intuición?
La experiencia permanece en el backstage y la intuición siempre está ahí. Los dos elementos ayudan a crear, pero no son definitivos. La clave es el trabajo. Ensayo y error. Acción/reacción… Nada es definitivo. Hay que buscar, encontrar y escoger.

Algún consejo que le haya marcado tu vida.
“No lo pienses, hazlo”. Mi padre me lo enseñó.

¿Y lo cumples?
Lo intento. A veces me surgen las dudas porque soy muy pudorosa y me da miedo arriesgar, proponer, atreverme… Es difícil hacer francamente lo que quieres, en cualquier aspecto de la vida. Pero de eso se trata, de descubrir el objetivo y luchar por él.

Un actor/actriz con quien te gustaría trabajar.
No soy nada mitómana. En mi universo artístico no sólo habitan intérpretes, también ha sido moldeado por escultores, músicos, bailarines… Aunque creo que la generación de mi padre –Juanjo Menéndez– ha sido trascendental, nos han enseñado a apreciar el teatro y son el armazón de lo que somos.

¿Y siglos predilectos? Aquí soy más extremista: Me apasionan el SXVII español, francés e inglés.
El SXVIII francés, el SXIX italiano y el siglo XX en general.

Alguna excentricidad confesable…
En la mesa de dirección nunca faltan barbaridades dulces en forma de pasteles, fruta o caramelos.

¿Y fetichismos?
Soy más maniática que fetichista. No me gusta el color amarillo o ver una escalera abierta. Pero son manías, son pequeñas obsesiones. Soy más admiradora de los rituales. De hecho, el día del estreno vamos a hacer una ceremonia de inicio que se está perdiendo en el teatro: el actor de mayor edad entregará una máscara a los dos actores de la compañía que se estrenan ante la cuarta pared…

NOTA: De enero a marzo se llevarán a cabo diversas actividades sobre la obra de Stoppard (talleres, coloquios...). Los textos de su trilogía La costa de la Utopía y Realidad saldrán publicados por el CDN con traducciones de Juan Vicente Martínez Luciano.

Texto: Rebeca Quimaliños.

Realidad, de Tom Stoppard
Teatro María Guerrero
Del 28 de enero al 7 de marzo

La Ceremonia del esfuerzo