Editorial 140: A falta de título



Sorteo un corazón que un día fue salvaje. Manda un sms con las palabras “lo quiero”. Concursa y sácalo del olvido de su memoria abnegada e incomprendida. Participa y gana este corazón para ti, aún caliente. Su vida de ayer es tu vida ahora. Envásalo al vacío de los versos transparentes y ponle fecha de caducidad. Tal vez es verdad y todo es cuestión de tiempo o de consumir preferentemente. Y esperar a que se vacíe esa botella que siempre estuvo medio vacía. Dicen que la sangre de un duende no mancha, que se derrama invisible en la tinta de las palabras; aquellas que van entre esas páginas que antes llevaban anuncios. Abre su corazón en dos mitades. Cógelo con las manos y enséñalo victorioso. Devóralo, es tuyo. Los dioses esperan para deleitarse junto a Bukowski. Y ya verás que menos luz habrá, ya verás. Pero a quién le importa la luz cuando hay tanto sueño. Busco un ganador pero no lo encuentro. Tal vez no existe un poema llamado premio. No, no estaba hablando contigo. Autor anónimo, por favor, llévate tú el primer premio.

Por: Rubén Arribas. Foto: Lola García Garrido