Si existe el jazz español –no el jazz tocado por españoles-, como el latin jazz, o el cool, Javier Colina es uno de sus creadores, junto con Jorge Pardo o Chano Domínguez. Detrás de su contrabajo ha moldeado una de las sensibilidades más reconocibles de nuestro país: cálida, cercana, y pegada a la música popular, la que sale del corazón de la calle.