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Titzina Teatro: Viaje neuronal

por Javier Agustí

Hay nombres de actores, directores, compañías de teatro que, por sí solos, ya deben justificar el cartel de “localidades agotadas” en las puertas de un teatro. La Compañía Titzina Teatro es uno de ellos. Fundada por Diego Lorca y Pako Merino en 1999 comenzó su andadura con una de la mejores obras que ha dado dramaturgia española en este siglo, Folie a deux. Sueños de psiquiátrico, estrenada en 2002. Desde entonces han creado cuatro obras más: Entrañas, Exitus, Distancia siete minutos (con la que están cerrando gira en Teatro del Barrio esta semana) y con el nuevo montaje que comenzarán a representar a comienzos de 2018.

En ninguna de ellas han bajado el nivel, todas mantienen su toque y personalidad, que las hacen muy reconocibles en varias constantes. Sus montajes escénicos siempre juegan, inventan con inteligencia creando imágenes metafóricas con sorprendente sencillez; los actores representan con brillantez múltiples papeles cuyo rol cambia de forma instantánea y creíble; sus historias nacen de la realidad, pasada o presente, y exponen, desde la cotidianeidad, la esencia más profunda del ser humano. Y lo hacen con una mirada que bordea la frontera entre la comedia y el drama, con una ironía limpia, sin sarcasmo. Que siempre consigue que brote, la sonrisa (física y espiritual) y la emoción.

En Distancia siete minutos llegamos a Marte y al salón de tu casa, o a la de tu vecina, o a la de tu primo, quien se ha distanciado de su padre desde hace años, y que trata de reconciliarse con él y consigo mismo. Con ella siguen retratando instantes de lo que somos.

Distancia siete minutos. Teatro del Barrio. C/ Zurita, 20.
De jueves a Domingo, hasta el 29 de octubre.

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