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Esencia singularista. Gonzalo Fonseca

De la mano de la nueva fragancia Rochas Man, en cada edición nos acercamos a hombres “singularistas”; creativos e inimitables, para los que su trabajo es una de sus mayores pasiones. Gonzalo Fonseca, bilbaíno de nacimiento y madrileño de adopción, lleva casi una década creando bajo su alter ego, Steve Mono, tanto, que mucha gente le llama directamente Steve. Sus inicios como diseñador gráfico poco hacían aventurar que, tras unos años y mucho de autoaprendizaje, acabaría siendo todo un referente como diseñador de bolsos.

Qué es Steve Mono. Steve Mono es una marca española fundada en 2007 que nace con la idea de reinterpretar bolsos clásicos, maletines, carteras portadocumentos, accesorios y otros pequeños artículos de cuero para un estilo de vida moderno. Influenciado por los viajes, la cultura de oficina, las películas y el aprecio por lo viejo, se ha centrado en el “diseño de artículos de primera necesidad para todos los días y cada viaje”.
El placer de crear. Sus productos “nacen casi como un juego”, surgen de la necesidad de encontrar algo que llenara la vida profesional de algo más personal. Pero no todo ha sido dejar atrás. Su trabajo guarda las reminiscencias de un “diseño gráfico muy alemán, muy de colores primarios, muy tipográfico”. De hecho, en su estudio, ubicado en pleno Malasaña, “todo pasa por el dibujo y, sobre todo, por el collage”; una forma de trabajar bastante gráfica.
Su periplo empezó con apenas cinco piezas de cuero. De ahí a lanzar una colección completa, primero para hombre y más tarde para mujer, apenas pasaron unos años. Como argumenta Gonzalo, “a las chicas les gusta llevar los bolsos de sus chicos y eso les hizo despertar en la idea de ampliar su oferta a ambos sexos”.
Inspiración. “El concepto de viaje gira siempre alrededor de la marca. A Steve Mono lo concibo como un oficinista que viaja mucho y tiene que pasar algunas noches fuera de casa, que llega a un hotel y lleva apenas una muda, un neceser… Me imagino esa vida y todas las necesidades que conlleva para diseñar mis bolsos”.
Marcar la diferencia. “Se trata de un producto local, pero con vistas al exterior (vendo en Japón, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Inglaterra...). Hago bolsos, pero bajo unos principios muy claros: es un producto totalmente hecho en España (todo el proceso de pieles, forros, herrajes, cosido, pulido, preparado…)”, afirma el diseñador. “Me gusta mucho el camino intermedio entre la artesanía y la industrialización, las series limitadas o mecanizar un poco la artesanía y eso es lo que prima en mis colecciones”.
Estética. “Nace de una estética que me gusta mucho (películas de los 50 y 60, entre otras, las de Jacques Tati, un universo masculino serio, pero con un juego irónico), clásica, basada en la funcionalidad, más que en lo retro o vintage, que son términos muy manidos. De hecho, en mi diseños hay muchos guiños a la actualidad”, señala Gonzalo, y añade que, al no ser esclavo de las tendencias, “cada colección es atemporal, funcional y sostenible”. Lo que hace que su coste no se convierta en un hándicap.
Materiales. “Naturales. Piel vacuno, cueros 100% con curtido vegetal sin ningún tipo de tintes químicos, lonetas de algodón… Jamás utilizaría polipiel. Sinceramente, prefiero un bolso de tela a uno de piel falsa”.
¿Algún lugar favorito? “Voy mucho de mercadillos y de tiendas, porque hay cantidad de referencias, tanto en materiales como a nivel de confección o construcción”.
Muchos sitios anónimos, sin pretensiones; descubrimientos que haces callejeando, muchas veces por la diferentes ciudades en la que exponemos cada temporada. Lugares inspiradores y en los que te encuentras a gusto, ya sean tiendas, hoteles, restaurantes... Freemans o BDDW en Nueva York, Edition Populaire en Zurich o cualquier café de Milán. Me alegra pensar que lo que hago puede también formar parte de ese universo ideológico y estético que me gusta.
Objetivos para 2014. “Por un lado, seguir ampliando, fidelizando y fortaleciendo el mercado internacional. De hecho, este año empezamos a exponer también en Tokio, con la intención de conocer de cerca a nuestro clientes de allí y hacer alguna colaboración interesante con alguna marca. Por otro, hacer de nuestro estudio en Madrid un punto de encuentro con nuestros clientes en el que poder explicar y enseñar nuestro trabajo rodeados de las cosas que nos apasionan”.

Texto: Inma Flor. Foto: Paco Gómez para El Duende.

Showroom C/ Don Felipe, 10. Madrid · www.stevemono.com

Esencia singularista. Gonzalo Fonseca