<
>
  • CONCIERTOS
  • Natalí Castillo, desde Madrid con amor
  • Por Andrés Castaño

La cantante argentina residente en Madrid presenta su disco Es amor, un disco vibrante de folk melódico, el lunes 18 de noviembre en el Teatro Lara.

Natalí Castillo lleva casi diez años en Madrid. Una ciudad que le ha dado mucho, como encontrar su pasión, su motor vital: la música. “Porque empecé a componer mis canciones aquí.  Así que amo Madrid. Tiene ‘duende’. Me encanta la gente, el clima... Es superespecial. Cuánto más viajo, más ansío llegar a Madrid, a mi casa. Aunque ahora vivo en las afueras”, comenta.

Se curtió tocando en la calle, en el Retiro o, en verano, en la costa. “Tocar en la calle es una sensación increíble, porque la gente te escucha solo si quiere. Y da una sensación de libertad muy fuerte. Probaba mis canciones en directo. Aunque al principio solo hacía covers; me dejaba la voz, eso sí”, reconoce.

Su primer disco de estudio se llama Es amor. Está grabado entre Madrid, Nashville (en los estudios de Southern Ground Records, con Smith Curry que toca el dobro y la pedal steel guitar) y Buenos Aires (con Mario Siperman, teclista de Los Fabulosos Cadillacs). Lo presenta oficialmente el lunes 18 de noviembre en el Teatro Lara. Y es un disco “producto de mi viaje”. Algunos de esos viajes le han marcado definitivamente. “La primera vez que fui a Estados Unidos fue en 2016. Tenía miedo. Me sentía con dudas. Desde el primer momento todas las reacciones fueron buenas. Eso me dio muchos ánimos para seguir lo que estaba haciendo”.

Oficialmente tiene un disco anterior. “Son mis comienzos, pero aunque le tengo mucho cariño. Era una grabación menos redonda. Componía y grababa. Pero la sensación es rara, como imperfecta”, admite. Considera este disco su gran paso natural y de realidad. Al tiempo que reconoce que “lo que más me enganchó de esta profesión es tocar en directo. Es lo que más me gusta hacer. Me gusta tanto tocar en vivo que nunca veía el momento oportuno para grabar mis canciones. Era una sensación rara porque parecía que mis canciones solo existían cuando las tocaba”, argumenta.

Escribe mucho (también poesía): “Hasta estoy escribiendo un libro con las anécdotas de mis viajes y mis conciertos. Me gusta muchísimo Lorca y los poetas franceses, como Rimbaud o Artaud. Muchas veces con las letras, elijo un poema mío y lo adapto al fraseo de la canción. Normalmente lo modifico porque no cuadra con la estructura de la canción. Y se transforma en una letra de una canción”.

La juventud que irradia con fuerza choca con el mundo. En el que a veces se siente desubicada. “Soy como de la película Midnight in Paris de Woody Allen. Me hubiera gustado nacer en otra época, en los 60 o en los 70”.

Le encanta el folk y sus sonoridades anglosajonas (Rickie Lee Jones, Joni Mitchell), indies contemporáneos (Bon Iver, The Tallest Man on Earth), o sonidos latinos (Fito Paez, Jorge Drexler, Natalia Lafourcade). Reconoce influencias externas, pero “conservando lo que es mío”, concluye.

 

CONCIERTOS: Natalí Castillo, desde Madrid con amor