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Olga Mesa en “Solo a ciegas (con lágrimas azules)”, por  Bénédicte Zanon.

Olga Mesa

¡3, 2, 1... Acción!

La bailarina, coreógrafa y artista visual Olga Mesa sigue preparando su más reciente trabajo, LabOratorio-LabOfilm, una suerte de "work in progress" audiovisual que la lleva por Francia, Portugal y España. ¿Una frase para definirla? Insaciable de riesgo.

"Mirar juntos no significa ver la misma cosa". Es una cita tuya inherente a tu última producción, que llegará en otoño de 2011, al Reina Sofía. Es un proyecto que va creciendo y en el que me planteo, por primera vez, darle más protagonismo a la cámara. En mi trayectoria no he desarrollado un estilo o lenguaje coreográfico, creo que es más un trabajo de puesta en escena y de dramaturgia donde, por supuesto, todo parte del cuerpo. Mis grandes preocupaciones son la imagen y el sonido y la relación espacio-temporal. Cómo se relaciona lo que hay en el espacio, si lo genera el cuerpo, de qué manera, etc. Estas cuestiones están siempre en mis obras.

¿Cómo surgió? El proyecto ha empezado de una forma particular, a partir de gente que ha querido darme residencias. Primero empezamos en el espacio Off Limits, luego se incorporó el Reina Sofia, y poco a poco se van involucrando otros partners. Este proyecto es también un sistema y espacio de trabajo, no solamente una producción con un final, por lo que el formato final de la obra aún no está muy definido. Será una obra escénica visual, pues tendrá una instalación fílmica, pero que funciona en paralelo. Hemos empezado con un primer capítulo, "El lamento de Blancanieves", inspirado en la película Branca de Neve (del cineasta César Monteiro, a su vez basada en textos de Robert Walser). Estamos -Sara Vaz y ella- través de lo que yo llamo el cuerpo operador. Lo que quiero transmitir, es algo que está en el texto de Walser, "más que ver, prefiero escuchar". Es una clave importante porque de alguna manera está cuestionando el trabajo con la cámara. Se pone en cuestión la mirada, la construcción de la imagen.

¿El público está preparado para este tipo de espectáculos? El público está mucho más preparado de lo que creemos. Lo que sí que es probable es que en trabajos como el que yo desarrollo, más experimentales, más periféricos y más multidisciplinares, el espectador necesita ser contextualizado. Al público hay que familiarizarle, introducirle, hay que invitarle. Pero yo creo que el público es muy ávido.

Lo pregunto porque a veces la gente sale decepcionada. Convencidos de que iban a ver danza -como lo indicaba la cartelera- y no, salen diciendo "eso no era danza. Un timo". Eso no debería pasar a estas alturas. El futuro está no tanto en perder la identidad de los orígenes de las cosas, sino en que el creador tenga la total libertad de articular, remezclar y contaminar todo. Cosa que las vanguardias ya hicieron en el siglo XX y eso ¡fue hace un siglo! La cuestión del público es un trabajo y una responsabilidad que no es de los artistas. Es decir, lo artistas tienen que crear y tienen que avanzar. La cuestión del público es una responsabilidad de los gestores, de los políticos, de los programadores. Creo que hay un trabajo muy grande por hacer y que no se hace para la creación de los públicos, o al menos no se hace de manera inteligente.

Texto: Valentina Volpato. Foto: Olga Mesa en "Solo a ciegas (con lágrimas azules)", por  Bénédicte Zanon.

¡3, 2, 1… Acción!