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Ilustración: Nuria Cuesta

EDIT Nº118
Un día (casi) perfecto

Madrid, una noche de finales de febrero. Son las tres de la madrugada. En el interior de un pequeño apartamento se puede escuchar a Lou Reed. “Es un día perfecto”. En un sofá beige yacen los cuerpos sin vida de una joven pareja. La cabeza de ella denscansa sobre el pecho del chico. Las velas continúan encendidas. En las paredes aún retumban las risas de dos amantes, entrecortadas por el eco de su besos bañados en vino. Poco tiempo antes, en un pequeño flashback de no más de media hora, él susurra unas palabras al oído de su amante. “Todo ha sido como si formáramos parte de una novela, protagonistas del mundo, en una noche perfecta. Haces que me sienta tan a gusto. Creí que era alguien diferente, alguien bueno. Cualquier vida es un libro, sólo hace falta encontrar un lugar en el que poder observarla desde una perspectiva especial, junto a una canción de fondo”. Se abre la puerta del apartamento, en los altavoces sigue sonando Lou Reed. “Cosecharás lo que has sembrado”, reza el estribillo. Una figura masculina se adentra en la oscuridad. Otea la estancia. Toma asiento en el sofá beige. Enciende una pequeña lámpara de mesa, coge un libro y comienza a leer. Madrid, una noche de finales de febrero...

Por Rubén Arribas & ROS · Ilustración: Nuria Cuesta

Editorial Nº118. Un día (casi) perfecto