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JAVIER COLINA
El corazón de la calle
 
Por Mario Cuesta. Ilustración: Nuria Cuesta
 
Si existe el jazz español –no el jazz tocado por españoles-, como el latin jazz, o el cool, Javier Colina es uno de sus creadores, junto con Jorge Pardo o Chano Domínguez. Detrás de su contrabajo ha moldeado una de las sensibilidades más reconocibles de nuestro país: cálida, cercana, y pegada a la música popular, la que sale del corazón de la calle. 
 
No importa si toca con Jorge Pardo, Bebo Valdés, Ariel Bringuez, o Tete Montoliu; el contrabajo de Javier Colina tiene tanta personalidad que se abre camino entre los otros instrumentos para llegar directo al que lo escucha. Es un jazz lleno de música cubana, flamenco, bolero, y por eso siempre suena a calle, a patio o a plaza, a reunión de colegas, a boda o a tarareo de una vieja melodía en la intimidad del hogar. 'La música popular es sabia. Lo que ha permanecido en un pueblo es porque es de verdad. Te gustará más o menos pero es lo que es: el estandarte de esa cultura'.

A Javier le fascina que esas melodías 'hayan funcionado durante muchos años', y por eso le preocupa que se pierdan. 'Hay que hacer ver a otros músicos y a otra gente el valor y el poderío de esa música'. Él no buscó convertirse en un catalizador de estilos diversos, sino que 'la vida me ha venido así. Me he encontrado viviendo en Cascorro y me he juntado con los flamencos, luego, con amigos cubanos...' Pero no ha sido solo la curiosidad musical la que le permitió absorber la música que le rodeaba, sino el interés por acercarse a la cultura de la que esta emergía. 'Eso me ha dado una perspectiva distinta, tenía la posibilidad de ver cómo encajaría mi música, teniendo en cuenta los valores de esa cultura'.
 
El efecto colateral de esa actitud es que su jazz resulta cálido y cercano, algo que de lo que es consciente. 'Me doy cuenta de que produzco ese efecto. Es porque yo soy así. Así siento las cosas así y así las toco'. Sobre Javier aún muchos escriben 'ha tocado con los más grandes músicos del jazz nacional e internacional', mientras otros músicos colocan su nombre en el primer lugar de su trayectoria: 'ha tocado con Javier Colina'. Hace años montó junto con Marc Miralta y Perico Sambeat el trío CMS, una de las formaciones de jazz más importantes de nuestro país; este año, después de seis sin sacar nuevo disco, han lanzado su tercer trabajo, Danza Guaná, otra obra original con el carácter inequívoco de estos tres artistas.
 
Uno de los trabajos más emocionantes de Javier fue el disco que grabó con la cantante Silvia Pérez Cruz, En la imaginación, donde hacían del bolero y de la música cubana una delicia embriagadora. Además, lidera un cuarteto, un trío de reciente creación, y 'ahora ando liado con Josemi Carmona'. Pese a tanta actividad o no parar de sumarse a otros proyectos, se lamenta de que 'este no es el país de las maravillas de Alicia; no hay mucha industria. Me prodigo todo lo que se puedo, tengo varios frentes. Como me llaman a mí por lo que soy, y no por ser un contrabajista, nunca digo que no'.
 
Sin embargo, no puede evitar lamentarse de que 'ahora la situación no da para mucho. No tenemos circuitos... Donde quiera que voy a tocar es una felicidad para mí. Si no voy a más sitios es porque no me llaman'. Muy mal tienen que andar las cosas en nuestro país, para que Javier Colina diga algo así.

Javier Colina. El corazón de la calle