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Todo Nueva York, Dibujado
James Gulliver Hancock
 
James Gulliver Hancock vive obsesionado por reconstruir el mundo que le rodea a través de sus lápices. Inevitablemente surgió la idea de ilustrar todos los edificios de la Gran Manzana dando como resultado el libro All the buildings of New York.
 
Sus dibujos son como un diario de sus viajes: 'En Los Ángeles, por ejemplo, dibujé coches, y en Berlín, bicicletas. Sin embargo, en Nueva York el entorno construido es una gran parte de la vida diaria y quise conseguir contacto directo con él captando todos los edificios', nos comenta.  Lo que comenzó como una necesidad vital se transformó en trabajo: 'una vez que el proyecto se hizo conocido, comencé a recibir solicitudes para dibujar casas y oficinas y eso me llevó a lugares que no hubiera visitado de otra manera'.
 
En tu libro hay un centenar de los miles de edificios de la ciudad. ¿Ves viable pintarlos todos? Creo que tendría que vivir mucho tiempo para completarlo, pero me gusta la ingenuidad de pensar que se puede archivar algo tan ridículo. Es una idea infantil fijar una meta como esta porque es como decir que quiero volar hacia Saturno; pero me gusta la poesía que reside en ella. A veces soy ingenuo y pienso que en algún momento podría completar el proyecto. En cierto modo siento que si lo hago estaría más cerca de ser un auténtico neoyorquino, por lo que tal vez encontréis un día a un viejo abuelo, encorvado sobre un cuaderno, dibujando un pequeño edificio de un rincón olvidado de la ciudad.
 
¿Qué tiene de especial su arquitectura? Para mí Nueva York realmente destaca por el cambio constante que provocan las yuxtaposiciones de espacio y estilo. Me encanta ver torres de aguja recién inauguradas junto a las casas antiguas de la ciudad. Es una maravillosa manera de ver su evolución en una instantánea. 
 
¿Cómo fue el proceso de elaboración? Empecé solo, dibujando en la calle. Después, si no tenía tiempo suficiente, me gustaba sacar una foto y hacer el dibujo en el estudio. A medida que el proyecto se hizo más grande empecé a usar más fotos.
 
¿Cuál fue la mejor parte de este proyecto? El aspecto terapéutico es el más poderoso. Cuando te detienes y dibujas lo que está a tu alrededor, ves las cosas que están sucediendo con más claridad, más comprensión y apreciación. La gente siempre me dice cosas como: 'Wow, yo vivo en ese edificio y nunca había visto lo bonito que era'. Me encanta ser parte de ese proceso en el que ayudas a otros a ver más del mundo en que vivimos.
 
¿Por qué esta ciudad es especial para ti? Creo que es especial para todos de alguna manera. Es un pedazo de la cultura popular. La mayoría de las personas tiene una idea de Nueva York y además, la ciudad tiene algo de todos. Cuando me mudé allí estaba impresionado por la realidad de todos los clichés del cine, el Empire State de King Kong, el Times Square de las viejas canciones de Frank Sinatra… Es difícil superar esas conexiones y hacer de Nueva York un lugar real, incluso cuando estás en él. Esa es otra razón para iniciar el proyecto, para parar, mirar y hacer del Nueva York real parte de mí.
 
¿Cómo era tu vida en allí? Me encanta Nueva York, pero cuando formé una familia se hizo más difícil vivir allí. Ahora mi vida se divide entre la ciudad del Hudson y mi lugar de nacimiento, Sydney, Australia. Tengo la suerte de ser capaz de saltar hacia atrás y adelante y experimentar diferentes vidas.
 
¿Qué ofrece esta ciudad a un ilustrador? Es increíblemente inspiradora, no sólo por las cosas que ves a tu alrededor todos los días, sino por la industria. Durante una temporada tuve el honor de conocer a algunos de mis referentes en fiestas y en espacios de trabajo alrededor de la ciudad. Es fácil moverse y conocer a gente.   
 

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