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¡Bang, bang! Aquí huele a pólvora 

Por Ángela Santafé

No era fácil ser mujer en el Salvaje Oeste, y llevar pantalones y una 38 al cinto no siempre mejoraba tus posibilidades. Hablamos de pioneras, forajidas, rancheras, aventureras… Algunas de ellas fueron violadas, esclavizadas, traicionadas o ahorcadas sin piedad. Irati Fernández Gabarain y Nerea Aguado son las autoras del fanzine Mujeres Legendarias del Lejano Oeste, publicado por Ediciones Armadillo.

El fanzine recupera treinta y dos rostros femeninos y sus correspondientes historias, y las libera con aullidos de libertad, orgullo y dolor por encima del tiempo y de la muerte de sus protagonistas… ¿Escucháis? En efecto, son ellas. Todavía resuenan los cascos de sus caballos y huele a la pólvora de sus pistolas. ¡Bang, bang!

¿Cómo surgió la idea del fanzine? Irati: De manera fortuita. Estaba buscando un tema para el #inktober —el famoso reto que ilustradores de todo el mundo utilizan para publicar un dibujo en Instagram cada día de octubre, y afinar así sus habilidades artísticas— y pensé en el wéstern. A mi padre le encantaban las pelis del Oeste y, aunque por lo general están centradas en los tíos, tienen un rollo de compañerismo y de hermandad que me gusta. Este fanzine va en contra de la imaginería que ha imperado hasta ahora por la que parece que sólo los hombres estuvieron allí y que todo dependía de ellos. Está claro que también hubo mujeres de leyenda. 

¿Cómo ha sido el proceso de creación? Nerea: Nos hemos documentado mucho sobre sus vidas y después Irati ha hecho su retrato y yo he escrito un poema para cada una de ellas. Nunca había escrito poesía por encargo y decidí tomármelo como un juego, enfocándome siempre en el hecho de que eran mujeres y qué significaba eso en aquella época. Traté de ponerme en su piel. En muchos de los textos se palpa la indignación que nos provocó leer algunas historias. Un aviso: es distinto leer el poema antes de conocer la historia de cada una que leerlo después. 

¿Cómo fueron esas vidas? N: Muy duras. Fueron mujeres violadas, maltratadas, prostituidas, esclavizadas. Hablamos por ejemplo de Ellen Liddy Watson (más conocida como Cattle Kate), la primera ahorcada del estado de Wyoming. Se dedicaba a vender ganado. Algunos terratenientes quisieron comprarle las tierras y, como se negó, le acusaron de robo y la acabaron ahorcando. 

I: También está Stagecoach Mary, que tuvo una vida inmensa. Nació con todo mal para esa época: esclava, negra, mujer, huérfana, analfabeta… A pesar de ello terminó siendo libre y la primera mujer empleada en el Correo Postal de Estados Unidos. Se merece un cómic entero.

¿Pudo alguna escapar a su destino y disfrutar de la vida? N: Las hermanas Bassett se lo pasaron bien. Eran rancheras y se asociaron con la banda de forajidos de Butch Cassidy, expertos en el asalto al ferrocarril y famosos por no dejar nunca víctimas mortales. Ann Bassett se casó cinco veces y Josie Bassett ninguna, pero a las dos se les conocen innumerables leyendas sobre romances con unos y otros. Se dice que llegaron a compartir parejas, sin que esto les alejara o creara problemas entre ellas. 

¿Admiráis a alguna de ellas en particular? N: Todas son admirables. Una de las historias que más nos sorprendió fue la de Nellie Bly, una pionera del feminismo que hizo cosas increíbles. Escribió en el famoso The New York World de Joseph Pulitzer. Para su reportaje más famoso se internó durante diez días en un psiquiátrico para mujeres. Así denunció el trato que recibían las pacientes y consiguió que se abriera una investigación oficial.

I: Además dio la vuelta al mundo en 1888, rebajando en ocho días el récord del momento (era la época de Julio Verne y La vuelta al mundo en 80 días). Y también cubrió como reportera la Primera Guerra Mundial.

¿Cuál ha sido el momento más intenso de todo vuestro proceso? N: Ha habido muchos, pero recitar los poemas frente al público en las presentaciones que hemos hecho, acompañadas por la música de nuestros amigos Jo&Swissknife ha sido muy potente. Es entonces cuando todo cobra otra dimensión, cuando escuchamos el eco de esas mujeres y las redescubrimos.

I: Sí, ese es nuestro objetivo, porque obviamente no nos vamos a hacer ricas con este fanzine (risas).  De eso va todo esto, de visibilizar la historia de esas mujeres y sacarlas del olvido.   Mujeres Legendarias del Lejano Oeste. A la venta en el bar Madre Flaca (Olmo, 26)

¡Bang, bang! Aquí huele a pólvora