Steg zum Meer, serie Normandy, 2001. Matthias Koch. Exposición Periferias
Ecología de Hormigón
Un impulso de naturismo excéntrico y el filósofo Henry David Thoreau decidió trasladarse a vivir a los bosques de Concord (Massachussets). Entre 1845 y 1847 compartió escenario con la floresta y en su cabaña escribió Walden, un implacable alegato sobre ética medioambiental. Sin embargo, olvidó adjuntar el episodio biográfico en el que carbonizó 300 acres de bosque tras un descuido en la cocina. Un incidente que lo encumbró al ranking de los ciudadanos más contaminantes del siglo XIX y prueba irrefutable de que las decisiones más verdes no siempre son las más ecológicas. Y como los polos opuestos se atraen: la ecología prefiere pisos de hormigón.
En un artículo reciente del The New York Times, Edward Glaeser, profesor de economía de Hardvard, explica que una familia media de Nueva York emite al año dos toneladas menos de carbón que sus familiares residentes en la bucólica campiña. Y es que la añorada vuelta al pueblo comparte más lugares comunes con el romanticismo que con la sostenibilidad debido, en líneas generales, a un mayor gasto energético en transporte, calefacción, construcción y la alteración de forma irreversible de paisaje y ecosistema. El 4x4 consume más que los autobuses de la EMT y el aire acondicionado del octavo derecha es más económico que cualquiera de La Moraleja.
El reputado científico Freeman Dyson está convencido de que en las próximas décadas se inventarán termitas que comerán coches desguazados, automóviles capaces de evitar la colisión con otros, se cultivarán patatas en Marte y se construirán ciudades elevadas a la categoría de auténticos parques naturales. Por altura y sostenibilidad. Los arquitectos españoles Javier Pioz y Rosa Cervera defienden la idea de las ciudades verticales inspiradas en la biología y creen que la ausencia de energía abocará a la mitad de la población mundial a vivir en rascacielos en el año 2050. °ßLo ideal sería vivir en una casita con vistas al mar, pero no es viable para toda la humanidad, así que el objetivo será desarrollar un modelo que permita sólo gastar la energía estrictamente necesaria reuniendo en altura todo lo necesario para vivir, trabajar, divertirse y buscar la belleza. Su ponencia en un congreso de ingeniería biónica en Londres en 1997 causó furor, pero se atenuó drásticamente tras el atentado de las Torres Gemelas. Sólo ahora, una vez superado el trauma arquitectónico, un grupo financiero de Hong Kong se ha ofrecido a financiar los más de 12.000 millones de dólares que costaría levantar una ciudad vertical de 1.000 metros de achura por 1.228 metros de altura. Un dato gráfico para ilustrar la monstruosidad del proyecto: la Torre Caja Madrid, el edificio más alto de las Cuatro Torres Business Area y del territorio nacional, mide 250 metros. La idea de la vida en altitud provoca angustia, pero no más que un estudio revelado por Pioz que sostiene que, en la actualidad, un europeo medio consume tres años de su vida en aparcar el automóvil. Momento de destaponar los oídos, engancharse a las pastillas contra el vértigo y reservar el piso 165 derecha del bloque B.
GANAR TERRENO A LA TIERRA
La idea es Made in Spain, pero pasarán años antes de que la Península pueda desarrollar un proyecto de esas características. España deberá antes recuperarse de una recesión sin precedentes motivada por un esperpéntico desarrollo urbanístico que, entre otras perversiones, ha derribado territorios con memoria para construir adosados sin identidad. El Centro de Arte de la CA2M en Móstoles presenta hasta el próximo 27 de septiembre Periferias, una exposición fotográfica que profundiza en torno al concepto de suburbio, con objetivo de captar la esencia de vacío arquitectónico y su ausencia de categoría moral. “Los fotógrafos rescatan los últimos gestos del lugar, construyendo la frágil memoria entre el hombre y esos lugares sin nombre y sin límites que componen las periferias”, subraya su comisaria Rosa Olivares. Las Arquerías de Nuevos Ministerios también se detienen en la arquitectura con cuatro exposiciones sobre construcción moderna y transformación del territorio. Deriva I. Un viaje por…1929-2009, reflexiona sobre la evolución urbana mediante una comparativa paisajística entre imágenes del primer documental rodado en Galicia en 1929 y fotografías actuales de los mismos emplazamientos. Por su parte, las muestras Reflexiones: el corredor de la vivienda colectiva; La vivienda del movimiento moderno 1925-1965 y Venecia en Madrid profundizan en el anhelo de los arquitectos de mediados del siglo XX por acercar el arte a la realidad para obtener mejores condiciones de vida, exhibe los trabajos en el campo de la vivienda que dotaron a la arquitectura española de prestigio internacional y presenta los proyectos españoles expuestos en la última bienal de Venecia.
Texto: Rebeca Quemaliños
Exposiciones:
"Periferias". CA2M. Avenida de la Constitución, 23, de Móstoles. Hasta septiembre.
"La vivienda del movimiento moderno, 1925-1965. Registro DOCOMOMO Ibérico". /
"Deriva I. Un viaje por…. 1929-2009" Sala Arquerías de Nuevos Ministerios. Paseo de la Castellana, 67. Hasta el 28 de junio
