Without Borders - NOSOEAWE, Sissel Tolaas

Sissel Tolaas
Comunicación invisible

Sissel Tolaas es una pionera. Artista, pero también científica, dedica su vida a demostrar que el olor es una forma de comunicación de la que nos hemos olvidado. Esta noruega afincada en Berlín, recrea rutas turísticas olfativas, ha encapsulado el olor del miedo, de la violencia, del dinero... y reivindica las fosas nasales como medio de conocimiento. Por cierto, huele muy bien.

¿En qué consiste tu trabajo? Trabajo en la comunicación a través del olor, la comunicación invisible. Decidí  desarrollarme en el contexto artístico ya que me permite jugar con la acción para obtener la reacción del público. Todo lo que hago tiene que ver con el ser humano, sus procesos vitales, la respiración, los olores...y utilizo toda esta información para estudiar y comprender la comunicación. Cada día por la nariz pasa información muy valiosa para nuestra supervivencia, eso es lo que intento aislar, capturar de la realidad, a través de la tecnología.
¿Cómo es esa tecnología que emplea para encapsular los olores? Empecé con tecnología analógica, y después de siete años empecé a trabajar con tecnología digital, una herramienta que me posibilita recrear olores existentes. Lo que hace es inhalar olores de situaciones reales y extraer su estructura molecular y así reproduzco el original.
¿Cómo es el lenguaje del olor en el ser humano? Nuestro cerebro está capacitado para percibir y diferenciar más de 10.000 olores diferentes, y tenemos dos palabras para comunicar toda esa información, bueno y malo. Tenemos 320 receptores en la nariz y sólo cuatro en los ojos. Lo que a mi me interesa es analizar como podemos utilizar el olor en la comunicación y desarrollar un lenguaje que tenga la calidad para describir esa información, yo trato de abrir una puerta y crear un lenguaje que comunique exactamente a qué huele lo que percibimos.
¿Crees que el olfato es un sentido menospreciado? Por supuesto, completamente, sólo valorado por razones comerciales, sólo se comunica el olor en nuestra sociedad a través de la industria del perfume, en términos de marketing, y es aterrador que nadie más comprenda que manipulando el sentido del olfato tenemos una vinculación directa con las emociones y la memoria. Es un sentido completamente incomprendido.
¿Qué ocurrió en la fiesta del embajador de Brasil en Berlín? Asistí a esa fiesta vestida de una forma muy elegante, pero rocié sobre mi cuerpo un olor muy extremo de sudor masculino, y analicé como reaccionaba la gente, la conexión que existe entre tu apariencia y tu olor. Fue alucinante, las mujeres reaccionaron de una forma muy diferente a los hombres, tenían una reacción negativa, pero no en términos de exclusión, lo que mostraban era inseguridad. Los hombres mostraban atracción y curiosidad.
¿Te consideras una agitadora social? Más que agitadora considero que soy una persona comprometida, que asume la  vida de una forma pasional, por supuesto que provoco, porque me emociona lo que hago y tengo muchas ganas de comunicarlo, pero mi intención no es esa, sino transmitir la realidad, todos tenemos una nariz y ¿qué hacemos con ella? Nada.
¿Cuántos olores tienes archivados? 6.720 olores, recogidos con el propósito de saber si puedo recordarlos y hacerlos parte de mí, mi archivo de olores es mi cerebro en un sentido materialista, todos están en mi cabeza, pero de esta forma puedo volver a ellos de una manera física.
Cuando viajas, ¿recolectas olores al igual que una persona hace fotos o graba vídeos? Ya no, pero es lo que he hecho durante siete años, de ahí proviene el archivo, es un diario "fotográfico" de olores, es una memoria de situaciones, personas, lugares... aunque por supuesto es algo que hago todo el rato, forma parte de mí, percibir la realidad más a través de mi nariz que de mis ojos.
¿Y has tenido algún problema con la seguridad en los aeropuertos? Cuando trabajas de manera extrema siempre tienes problemas, pero poco a poco he ido aprendiendo a que se fijen más en mí que en mi maleta (risas).
Has creado el olor de Volvo, Ikea, H&M... parece extraño que hasta eso esté diseñado. Al principio traté de establecer una nueva identidad a través de la invisibilidad, las empresas me preguntaban que cómo podían usar mi conocimiento para fines comerciales, crear un olor y comunicar algo a través de él. Así que es lo que hice.
¿Hay algún olor que no puedas soportar? No, por supuesto hay olores frente a los que tienes una reacción física, el olor del gas, por ejemplo, pero eso es un indicativo de peligro, eso demuestra que el olor es una forma de comunicación. Pero debemos aprender qué significa cada olor y eso ya es una cuestión de educación.
Cuando conoces a alguien, ¿lo primero que haces es olerlo? Sí, y obtengo muchísima información de ello, a veces no me hace falta ni cruzar una palabra, encantada de conocerte, ¡adiós! (risas).

Txto: Laura Aragoneses
Fotos Sissel Tolaas: Trevor Morgan