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Jorge Pardo

La bisagra del flamenco

Jorge Pardo (Madrid, 1955) perdió totalmente el hilo de esta entrevista cuando un músico callejero se puso a tocar junto a la terraza donde estábamos. “No puedo evitar enfocar hacia la música”. No es una pose –es extremadamente educado-, es auténtica pasión. No en vano, su aportación al Flamenco, la introducción de la flauta, ha supuesto una bisagra en la historia de este estilo, y su sólida trayectoria como saxofonista de jazz le ha granjeado el título de Mejor Músico de Jazz Europeo 2013. Participa en la recomendable serie de La 2 Flamenco para tus ojos.

Con los pocos contenidos culturales que hay en televisión, sorprende esta serie, ¿verdad? Pues sí. Menos mal que existe Internet, que nos sirve de ventana al mundo. Si esperáramos enterarnos por los medios tradicionales de tanto arte como hay por ahí, iríamos listos. Y el destino de La 2 debería ser siempre programar este tipo de contenidos. Pero, no sé por qué, a veces nos priva de ellos.

A usted, con la cantidad de horas que ensaya, ¿le queda tiempo para ver series?¡Creo que la última que vi fue Falcon Crest! Pero el problema no es solo la falta de tiempo. Las series son un pasatiempo que me produce mucha curiosidad, pero tienen un componente adictivo que no me gusta, no dejan de ser un juego psicológico con el que nos embaucan. Si bien el Arte también tiene mucho de embaucador, de voluntad de enganchar al espectador con calidad, con magia.

Acaba de dar una imagen de persona desconfiadatremenda. Soy un poco escéptico. Se deberá a estar siempre de gira, viajando. A ser, en cierta medida, un lobo estepario, aunque hago buenísimos amigos por todo el mundo. Por cierto que también desconfío de las series con pretensiones biográficas, porque las que he visto basadas en artistas con los que he convivido, como Camarón, son muy inexactas, se suele juzgar a la ligera los comportamientos. Y eso es un error, se malinterpretan.

Hablando de recuerdos, usted fue testigo del día en que por primera vez se tocó el cajón con ritmos flamencos.Sí, fue en 1977, en una fiesta que dio el embajador de España en Lima. Los del sexteto de Paco de Lucía coincidimos con varios músicos peruanos como Caitro Soto, cuyo cajón acompañó unos compases a la guitarra de Paco. Gustó mucho, y Rubén Dantas, percusionista de Paco, trajo el instrumento a España, y aquí su uso corrió como la pólvora entre los flamencos. Se ha adaptado tan bien a la idiosincrasia del género que mucha gente mantiene que generaciones atrás ya se usaba… A saber, yo no lo discuto mucho por si acaso.

Dos años más tarde participó en el álbum La leyenda del tiempo, que cambió el curso del flamenco. ¿Cómo fue la grabación? En cuanto a producción, caótica; éramos muchos músicos prácticamente conviviendo en el estudio. Creativamente se forjó un ambiente muy bonito. Allí conocí a Raimundo Amador y a Tomatito, y allí se le dio al Flamenco una vuelta de tuerca hacia el rock, incorporando guitarras eléctricas, baterías contundentes… Aquello tenía todos los ingredientes para que fuera un fracaso absoluto (risas). Cuando vio la luz, se esperaba hacer muchísimos conciertos, pero solo hicimos aquel tan famoso en Barcelona.

Con lo que le gusta fusionar, en ese ambiente estaría encantado… A ver, fusionar ni siquiera es un planteamiento, se usa con demasiada ligereza esa palabra. El Arte es fusión per se, y lo que se llama el Flamenco de raíz procede de aislar armonías de otros estilos. Además, ahora se destaca la fusión de músicas entre colectivos marginales o de distintos países como si un tío de la calle Valverde no pudiera por sí mismo extraer un sonido original y bonito. Yo sí presumo de ser creativo, de intentar aportar cosas.

¿De dejar huella? Su último trabajo se llama Huellas.Creo que tenemos la obligación de dejar huellas. Los maestros te enseñan una música, pero tú no puedes quedarte en reproducirla, tienes que aportar algo y entregárselo a las generaciones siguientes.

Un concierto que haya dejado huella en usted…El que vivimos el pasado julio en Etnosur. Tocamos los temas de Huellas con los 107 músicos de la agrupación Pep Ventura de Alcalá la Realy la Original Jazz Orquesta. Fue un flipe de concierto, un paso más en este proyecto musical nacido sin apenas presupuesto, y basado en muchos instrumentos y el trueque con muchos músicos amigos (toca conmigo y yo tocaré contigo).

Que un músico de su categoría no tenga presupuesto para un disco…. Te da idea del poco apoyo que existe para la gente que hace música sin tener, como primer impulso, el comercial, un criterio que les resulta difícil de entender a la mayoría de las discográficas. Yo, aunque estuve muchos años en Nuevos Medios, prefiero editar por mi cuenta para no sentirme encorsetado, para que no le pongan trabas a mis ideas ni a mi interés por trabajar con otros músicos. Y ya ves que he publicado un álbum doble: es posible hacer cosas por tu cuenta.

¿Necesitamos otra serie sobre el Jazz, como esta de Flamenco?El jazz seguramente esté más respetado que el Flamenco. Al venir de fuera, goza de más caché. El Flamenco seguirá siendo para muchos sectores una música de juerga. Un programa de jazz sería un poco inabarcable porque está muy diversificado, pero sí se debería hacer una recopilación del buen jazz español. Tenemos muy buenas bandas, ¡y de todos los estilos!

Flamenco para tus ojos se emite hasta el 19 de octubre en La 2.

 

Jorge Pardo, bisagra del flamenco