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Antón Reixa. Ilustración: Nuria Cuesta

Antón Reixa
Sin resentimiento

Le sale la vena artística incluso trajeado para presidir la SGAE (Sociedad General de Autores), cargo para el que fue elegido el pasado mayo. Antón Reixa, (Vigo, 1957), escritor, cineasta y, sobre todo, ex líder del ochentero grupo Os Resentidos -que “volverá a los escenarios”-, ha ideado y produce Galicia Caníbal, un mix de teatro y concierto de rock sobre los años de la Movida que dirige Quico Cadaval (La ópera de los tres reales).

¿Por qué un espectáculo sobre los años 80 precisamente ahora? Por un lado, para recordar que entonces se produjo una conquista popular del ocio; se respetaba el torrente de creatividad que había y del que pude formar parte activa con Os Resentidos. Por otro, porque hay similitudes entre la presente época y aquella: aunque entonces nos divertíamos, también había una crisis con mucho paro. Y me gustaría reivindicar que entonces no renunciamos a la creación colectiva, y aunque fuimos muy gamberros, tuvimos mucha fuerza de intervención. No nos dejemos llevar ahora por la desesperanza.

¿Y por qué en género musical? Porque en los últimos años los musicales han reconciliado a muchos espectadores con las artes escénicas. Y yo, aunque vengo del mundo de la producción audiovisual, reivindico su valor.

¿Aún cena de vez en cuando con los amigos que hizo en la Movida? Sí, con la mayoría. Uno de los grandes recuerdos que tengo de entonces es la gente que conocí.

¿Y se arrepiente de algo de aquello? De ciertos excesos… La Leyenda del Rock and Roll es cierta.

¿Era usted tan rebelde como lo pintan? Era y soy, solo que con treinta años más. Pero no muerdo, soy pacífico. El musical Galicia Caníbal se escribió originalmente en gallego, y la mayoría de las canciones que suenan son de grupos de su tierra, como Siniestro Total y Os Resentidos.

¿No tiene miedo de que sirva de excusa para que se metan con un galleguista como usted, ahora que el nacionalismo vuelve a estar en la picota? El espectáculo está funcionando muy bien fuera de Galicia. No soy muy antropologista, no creo que solo pueda entenderse allí donde se concibió, y la historia de los gallegos es una historia de emigrantes, y eso permanece en nuestra identidad, no tenemos complejos. Y yo no soy independentista gallego y creo en la colaboración entre los ciudadanos de cualquier lugar.

¿Cómo lleva vivir en Madrid? La novedad es presidir la SGAE, porque durante los últimos 30 años he venido a Madrid constantemente. Me gusta el Madrid populachero, el que retrataba Arniches, que tiene a misma esencia que la Movida.

En menudo embolado se metió con eso de presidir la SGAE... Enseguida me entendí bien con los empleados, y en cuanto a los autores, he querido asumir la defensa de sus derechos con valentía y transparencia, lo que significa garantizar la independencia de los creadores, que durante muchos años han permanecido ajenos al ente.

¿Le gusta Teddy Bautista como cantante? Era fan de Los Canarios. Como gestor, creo que democratizó la SGAE. Pero si se confirman sus excesos recientes, hay mucho que criticarle. Hablamos de unos 70 millones supuestamente malversados, robados a los autores, aportados por los ciudadanos voluntariamente. Trataremos de que, si el juez lo declara culpable, restituya a la SGAE todo el daño patrimonial que le haya causado. Incluyendo su suculenta pensión de más de 20.000 euros al año.

La SGAE no tiene dinero. ¿Venderá patrimonio? Sí, no queda más remedio. Pero solo infraestructuras que sean prescindibles o gravosas para el ciudadano.

¿Usted cree que la industria cultural está sabiendo adaptarse a las nuevas tecnologías? No. Nunca han circulado tantos contenidos, pero nunca estado tan en crisis el negocio. Tenemos que resolverlo. Internet es la fiesta de la creación. No se debe criminalizar al usuario y hay que preservar la libertad de expresión. Hasta que no estén accesibles de forma legal la gran parte de los contenidos culturales en la red, no se podrán extinguir las prácticas irregulares. Los operadores y los gestores de contenidos son los que se lucran del valor añadido que los contenidos autorales le confieren a la red. La gran industria ha llegado tarde, y a nosotros, como autores, nos compete recuperar el tiempo perdido.

¿La distribución legal del cine por Internet es una alternativa con la que subsanar la sangría de espectadores en las salas? Sí. Hay que trabajar en la instalación de esas plataformas legales, y hacerlas atractivas a los cinéfilos.

Pero esto no sirve para las artes escénicas. ¿Qué hacemos con ellas? ¿Las subvencionamos? Nuestro modelo de subvenciones está obsoleto. Se debería enfocar como un sector positivo, que cree riqueza, incentivando la inversión en él. Hasta ahora se ha hecho muy tímidamente con la fórmula legal del mecenazgo, que puede ser buena para el patrimonio artístico, pero no para la industria cultural.

Si se confirman bastantes análisis económicos, la subida del IVA de algunos espectáculos como el teatro significará el desplome de la afluencia de público a las salas. ¿Cree que el Gobierno tiene un plan B para cuando se quede sin base imponible? El único plan posible es rectificar. Subir el IVA de las entradas al teatro es maligno e ineficaz. El nivel de afluencia ya ha bajado por la crisis. Mala cosa que esas pérdidas las tengan que soportar los productores y el público.

En la calle se escucha mucho esta queja: si me compro un coche, no le pago al fabricante tantas veces como monto en él, sino una sola vez. ¿Por qué entonces a un cantante se le paga por cada vez que suena su canción? El fabricante del automóvil lo ha vendido a un precio que ya incluye la amortización del desarrollo del prototipo. Los músicos, habitualmente, no reciben ingresos anticipados por la música que componen, y solo son retribuidos según el uso efectivo que el público haga de su obra. Desde la SGAE, estamos iniciando un diálogo con Creative Commons y la Fundación Copyleft, analizando esa interesante vía que proponen para que el autor libere el uso de su obra para ciertos usos y ámbitos.

¿Qué va a pasar con el canon digital? Está suspendido. No nos gusta que se haya decidido que la compensación por copia privada se hará a cargo de los Presupuestos Generales del Estado. Los autores no queremos depender del Estado. Creemos que se debe aplicar la directiva europea que obliga a discriminar el uso efectivo que de los soportes y medios digitales hacen ciudadanos y empresas.

Texto: Inés Granha. Ilustración: Nuria Cuesta

Galicia Caníbal / Teatro Nuevo Alcalá (Jorge Juan, 62) / Del 13 de septiembre al 28 de octubre / www.galiciacanibal.com

Antón Reixa: Sin resentimiento