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La Cocina
 
Por Raúl Losanez · Fotos: La Cocina © marcosGPunto
 
Nuestro compañero de viaje, rumbo al argumento de la obra teatral La cocina, es quien se encarga de dirigir el montaje que llega al Teatro Valle-Inclán, Sergio Peris-Mencheta (Madrid, 1975)
 
Nos confiesa su afición por el ciclo Regreso al futuro, por lo que nos subimos con él a bordo del automóvil DeLorean de la película, y el director y actor nos invita a trasladarnos a Londres en el año 1953, exactamente al día 8 de agosto.
 
Peris-Mencheta está especialmente interesado en que conozcamos en la capital inglesa el restaurante Marangos. Es un gran establecimiento inspirado en otros que en aquella época existían en la capital británica y también en París, como por ejemplo el Tívoli. Capaz de albergar diariamente a 1500 comensales, no es sin embargo el comedor del restaurante lo que más interesa a nuestro guía, sino su cocina.
 
En la maleta de nuestro viaje no puede falta, por tanto, un mandilón de cocina para poder pasar desapercibidos: 'Propongo al viajero mirar esa cocina ideada por Arnold Wesker; ver qué es lo que se está preparando y quién lo está preparando', explica el director. Veremos a '28 personas allí trabajando que provienen de muy distintos lugares del mundo: Grecia, Italia, Francia, Polonia… Cada uno tiene su propia idiosincrasia y arrastra su propio pasado. Y todos, a la vuelta de la esquina, se encontrarán con una guerra que destruirá el Londres donde se hallan y, en muchos casos, destruirá también sus propias vidas'. 
 
Según nuestro privilegiado cicerone, 'será un viaje breve, de apenas unas dos horas y cuarto (lo que dura la función); puede que la estancia no sea muy larga, pero la experiencia será apabullante'; y añade que, por tanto, 'conviene acudir con la vejiga vacía, porque no se debe abandonar la cocina ni para ir al baño'. Es una exigencia casi insignificante, pero que está muy relacionada con la firme idea de que en este viaje es primordial la implicación del turista con lo que encontrará en su destino.
 
'Yo creo que para venir aquí es fundamental remangarse y ponerse manos a la obra; estar dispuesto a cumplir con los planes aquí y ahora. Por ello, resulta recomendable que cada viajero lleve una bolsa vacía en la que pueda ir metiendo los sueños y las nostalgias; todas aquellas cosas que uno va postergando a lo largo de la vida. Este es un viaje, como todos los que son realmente interesantes, para ponernos frente al espejo'. 
 
Y, para ello, solo hay que tener en cuenta algunos detalles sobre los que nuestro touroperador nos pone al tanto: 'Antes de salir es indispensable cumplir con un requisito sanitario, que es el de vacunarse contra la intolerancia. Por otro lado, vamos a Londres y, además, hay un pequeño chapuzón; así que conviene llevar paraguas. ¡Paraguas y clínex!  A la hora de comunicarnos en nuestro destino, debo decir que es bueno tener conocimientos de francés, griego, italiano, alemán, inglés y polaco; pero en realidad este no es un requisito indispensable, así que…, tranquilos'.
 
Y si queremos hacernos con un souvenir, Peris-Mencheta recomienda que no perdamos el tiempo yendo de tiendas y que nos limitemos a encontrar uno muy preciado,: una agenda nueva. 'Cuando volvamos, quemaremos la agenda que teníamos y nos pondremos a apuntar en esta lo que verdaderamente es importante y debemos realizar ya, sin dejar pasar más plazos'. También podemos regresar con unos cuantos discos de la época en la maleta: 'Más de uno vendrá con Don’t let the stars get in your eyes, de Perry Como, por ejemplo, que fue uno de los hits de aquel año 53. Habrá, seguramente, quien se traiga un sirtaki, que no será el de Zorba el griego'.
 
Para los interesados en este viaje, los trámites son muy sencillos: adquirir el billete en la taquilla del Centro Dramático Nacional, sin serle requerida ningún tipo de documentación extraordinaria. Todos son bienvenidos.   
 
La Cocina · Teatro Valle-Inclán · 18 de noviembre al 30 de diciembre 
 

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