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Ferran Adrià
Revolución en marcha

El Bulli cerró en lo más alto, pero no fue una retirada de Ferran Adrià, todo lo contrario, solo fue una transformación en el proyecto elBullifoundation. Con todos ustedes, el genio que ha revolucionado la gastronomía mundial.

El Duende cumple 15 años. ¿Recuerdas qué hacías o dónde estabas a mediados de 1998? Pues como cada año por aquel período, hacía apenas un mes que habíamos inaugurado la temporada de elBulli; de hecho el mes de mayo era siempre uno de los de mayor efervescencia. En 1998 en concreto, hacía un año que nos habían otorgado la tercera estrella Michelin, y seguíamos inmersos en la búsqueda de nuevos conceptos y técnicas que nos hicieran evolucionar. Justamente de 1998 databa el descubrimiento de las gelatinas calientes, una de las técnicas de las que me siento más orgulloso. Han pasado muchas cosas desde entonces y, por ejemplo, en muchos restaurantes del mundo se sirven hoy gelatinas calientes.

Desde aquel tiempo hasta hoy, ¿qué es lo más importante que te ha pasado? ¿con qué momento o suceso personal te quedarías? Hay algunos hitos, como la creciente apreciación por parte del mundo gastronómico e incluso de la sociedad, ejemplificado en la portada del New York Times de 2003; o la concesión de cinco galardones seguidos como mejor cocinero por parte de The restaurant magazine; y cómo no, el cierre de elBulli como restaurante en 2011, y su transformación en elBullifoundation. Aunque prefiero decir que, más que momentos personales, le doy valor a la continuidad en el esfuerzo y en la innovación.

Y, dentro del mundo de la gastronomía, ¿qué destacarías de todo cuanto ha transcurrido en este tiempo? Seguramente lo más importante es la generalización, en todo tipo de establecimientos, desde la alta cocina hasta los más modestos, de una actitud que lleva a ir siempre un poco más adelante, a buscar calidad, a mejorar, a cuestionarse las prácticas para ofrecer siempre algo mejor. En este aspecto creo que hemos tenido algo que ver los representantes de la cocina de vanguardia, y que nuestro ejemplo y nuestros éxitos, convenientemente difundidos por los medios, han creado una voluntad de imitación, en el mejor sentido de la palabra.

Desde siempre, nuestra filosofía ha sido muy cercana a aquella frase que has repetido muchas veces de ‘Crear es no copiar’. ¿Cómo ves la creatividad en nuestro país, sobre todo en el terreno de la gastronomía? Siempre he pensado que somos un país con un gran talento para las actividades creativas. Con la crisis este punto se tendrá que acentuar por fuerza, debe ser nuestra arma para salir adelante. En el mundo de la gastronomía, hemos pasado de más de dos siglos de hegemonía absoluta de la cocina francesa a ocupar el primer puesto en la cocina mundial. Y ello se debe sin duda a una conjunción ideal entre una gran tradición en cocina, unos productos insuperables y el talento de toda una generación.

¿Qué restaurante o qué cocinero te ha sorprendido más durante estos últimos años? He comido bien en muchos restaurantes, en algunos incluso de forma excelente. Pero sin lugar a dudas, si hay un restaurante que se sale de lo normal en todo el mundo es el restaurante Mibu, en Tokyo, un establecimiento en el que el chef Ishida, que ronda los setenta años, da de comer cada noche tan sólo a ocho personas, siguiendo únicamente su inspiración y cocinando con una gran sabiduría.

Y en otros ámbitos de la cultura, ¿qué es lo que recuerda con más ilusión o entusiasmo? Os daré tres nombres que para mí son ejemplo de riesgo, de innovación continua, de experimentación, de vitalidad, de dinamismo. En el terreno de las artes plásticas, Miquel Barceló. En el de la escena, un fenómeno como el Cirque du Soleil, que ha revolucionado el mundo del circo y lo ha acercado a públicos que hasta entonces nunca se habrían sentado bajo una carpa. Y finalmente, al Medialab del MIT, la vanguardia más pionera en investigación, la punta de lanza de la innovación a nivel mundial.

Durante los últimos años, la cocina y los cocineros españoles se han ganado el reconocimiento y el prestigio internacional. ¿Estamos sabiendo aprovechar eso? ¿Por dónde tendrá que ir la cocina de nuestro país? Hay dos aspectos importantes en esta pregunta. De un lado, desde un punto de vista de modelo de negocio, el sector de la restauración hoy en día tendría que ser lo más cuidadoso posible, calcular bien los riesgos y abrirse a posibilidades quizás no previstas en un principio. Es difícil que se puedan abrir muchos restaurantes de alta cocina de los que podríamos denominar “de lujo”, de gama alta, ya que los aspectos de costos son difícilmente asumibles. Seguramente se tiene que ir a un modelo más “prêt-à-porter”, por decirlo así: establecimientos con menos personal, con una inversión inferior en cuanto a decoración o equipamiento (pero ojo, sin olvidar el cariño, el buen gusto) y con una oferta gastronómica imaginativa. Por otra parte, el sector de la alta gastronomía tiene, por así decirlo, algo más de una década de hegemonía asegurada: el plantel actual, tanto de realidades como de promesas de la cocina, es fenomenal, único en el mundo. Pero no debemos dormirnos en nuestros laureles. Ser los mejores significa seguir mejorando, evolucionando, explorando nuevas vías en cocina, en innovación, en modelo de negocio. Sólo así nos aseguraremos un porvenir tan brillante como deseamos.

Desde que salió nuestro primer número hemos cambiado constantemente, adaptándonos, apostando por facetas nuevas. Nosotros esperamos poder seguir con nuestra labor durante, al menos, otros 15 años, porque nos entusiasma lo que hacemos. Es un reto. Por tu parte, ¿qué planes tienes para la próxima década? ¿qué te gustaría hacer? Como quizás habréis leído, en los próximos años quiero llevar adelante un triple proyecto, bajo el paraguas de elBullifoundation. En primer lugar, un recorrido expositivo a lo largo de la historia de la cocina terminando en la vanguardia e ideado también para conservar el legado de elBulli. El segundo, será un centro en el que una treintena de personas, entre cocineros y “agitadores” en innovación, analizará la eficiencia en creatividad y la manera de auditarla, partiendo siempre del lenguaje de la cocina, y divulgando los resultados por Internet. Finalmente, Bullipedia, una nueva codificación de la cocina, para informarse navegando y también para ayudar a crear.

¿Conocías la revista El Duende? Si debo ser sincero, no, no conocía vuestra revista, pero no dudéis que voy a seguiros y os doy todo mi apoyo. Vuestra iniciativa me satisface especialmente.

¿Qué plato nos diseñarías para celebrar nuestro 15 aniversario? Lo que me encantaría es que elBulli estuviera abierto para que lo pudierais celebrar allí.

¡Eso sería maravilloso! En fin, muchas gracias por este tiempo y seguiremos atentos a tus nuevos proyectos. Muchas gracias a vosotros, y mi enhorabuena más sincera.

Texto: Óscar Checa Algarra. Foto © Francesc Guillamet 

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