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1998-2008. Canciones para una década

Diez años han dado para mucho, aunque la memoria más reciente no sea siempre un buen indicador. Pero una cosa sí es cierta: el decenio 1998-2008 marca la hegemonía del medio sobre el contenido. Las nuevas formas de producción, distribución, promoción y consumo han venido predeterminadas por Internet, cuya implantación y desarrollo ha sido asombrosamente rápida, y eso, aparejado a la brevísima vida del formato CD, ha provocado que la canción recupere un peso que no tenía desde los años 50 de, ya, el siglo pasado. Ésta ha sido, pues, la década de las canciones y, de entre ellas, hemos decidido seleccionar una por año, siempre desde criterios tan personales como discutibles, pero que consideramos que representan el espíritu de un momento.

 

1998. Manu Chao: Desaparecido
Pese a lo fácil que es de caricaturizar desde el escepticismo, el Manu Chao que se emancipó de Mano Negra tuvo la lucidez de documentar las inquietudes y contradicciones de una era (“Perdido en el siglo”, canta aquí) antes de que el término “mestizaje” se convirtiese en un cliché facilón e inmovilista.

1999. Primal Scream: Swastika Eyes
Pocas canciones han abrazado de modo tan demoledor la tensión pre-milenio como la que adelantó el album Xtrmntr. El “God Save The Queen” de los 90, amenazador, nihilista, subvirtiendo las formas de la canción protesta y anticipando el infierno que estaba por venir entre adictivos “beats” electrónicos. Química, rebelión y baile descontrolado para un mundo en llamas.

2000. Radiohead: Idioteque
Los de Oxford venían de arrasar con OK Computer (1997), pero decidieron dar más peso a la variable “riesgo” en la fórmula de su prestigio, sacrificando todas las ideas preconcebidas sobre ellos y reconstruyendo su sonido entre píxeles de electrónica paisajista y abstracta. Muchos rockeros se convirtieron a esa causa.


2001. The Strokes: Last Nite
Paralelamente a la caída de las Torres Gemelas, en Nueva York surgía algo con lo que nadie había contado: el revival del rock. Angustia, hedonismo y urgencia, chupas de cuero, zapatillas “All Star” y canciones de tres minutos para atrapar el espíritu de una juventud a punto de escaparse entre las puntas de los dedos.

2002. The Postal Service: Such Great Heights
El detallismo y la magia de la indietrónica dejó grandes canciones y, de hecho, Green Grass Of Tunnel de Múm también podría estar en esta lista. Jimmy Tamborello (Dntel) y Ben Gibbard (Death Cab For Cutie) se aliaron gracias al servicio postal estadounidense y su colisión creó esta inolvidable celebración de la vida.

2003. Beyoncé: Crazy In Love
Indiscutiblemente, el mayor jitazo de los 2000, y también el mejor ejemplo de cómo construir un éxito en torno a un sample. El tema, compuesto por Beyoncé y Jay-Z, bebe los vientos de Are You My Woman de The Chi-Lites (1970), gancho perfecto para tirar de su r’n’b a dos voces. Quien no lo ha bailado, no ha vivido en esta década.


2004. LCD Soundsystem: Losing My Edge
Desde su factoría neoyorquina, DFA, James Murphy transformó el epítome de lo cool y llevó el revival post-punk hacia las pistas de baile más ‘trendis’ con inteligencia y sarcasmo. Esta canción seduce tanto por su hipnótico y repetitivo ritmo como por el hilarante recitado de Murphy, dando su particular visión de la historia de la música popular y el uso de referencias como moneda de cambio.

2005. The Arcade Fire: Rebellion (Lies)
El colectivo de Montreal capta de forma apabullante la épica del rock de estadio, con himnos de alta intensidad emocional que airean complejas inquietudes existenciales. En un tiempo récord, han conseguido crear una entusiasta legión de fans que les otorga un estatus de culto como el que pudieron tener U2 en sus inicios. El crescendo de esta canción levanta a las piedras.

2006. Amy Winehouse: Rehab
Junto a Eminem, Britney y Pete Doherty encarna el concepto de estrella de la década: caramelos para los tabloides a los que los paparazzi han desprovisto de misterio. Y, de paso, ha puesto de moda un clasicismo neo-soul con tintes confesionales y macarras. El de “Intentaron mandarme a desintoxicación y yo les dije no, no, no” es uno de los grandes estribillos de esta era.

2007. M.I.A: Paper Planes
Su primer álbum, “Arular”, fue una auténtica revolución a cargo de una artista de aterradora biografía que ha redefinido el concepto de multiculturalidad: el orgullo de un tercer mundo proclamado de forma tan combativa como hedonista e infecciosa. Pero es el segundo el que encierra su canción más genial, con un estribillo cuyas voces infantiles son cortadas por sonidos de disparos y máquinas registradoras.

Texto: David Saavedra. En foto superior: Arcade Fire / Foto sumario: Thom Yorke: Tom Sheehan.

1998-2008. Canciones para una década