El niño criminal es una pequeña, deliciosa y perversa fragancia literaria compuesta por dos textos de Jean Genet: El niño criminal y Fragmentos. Publicado por Errata Naturae, que pese a su pubertad imprime ya un sello personal y cuidado con especial interés por descubrirnos obras escondidas de la intelectualidad francesa, el prólogo y la traducción es de la misma editora, la joven Irene Antón. Su iluminado prefacio nos introduce no solo en estos dos reveladores textos de un Jean Genet en crisis vital y personal, sino en la figura imprescindible de este novelista, dramaturgo, poeta y sobre todo maldito en forma y esencia. Ambos textos nos muestran a un Genet herido por su propio éxito, huérfano al verse desposeído de su propio hogar de delincuencia, prostitución o indigencia. En el niño criminal (un escrito para la radio) reivindica la maldad, belleza y rebeldía de los niños, como él, de las cárceles, a los que la sociedad quiere desposeer de su perversa heroicidad con sus reformatorios, su indulgencia, comprensión o lástima. En Fragmentos, más poético, escupe sus demonios y amargura sobre su homosexualidad, que junto al crimen marca su vida y su obra. Se acaba de poner a la venta la segunda edición.
