Juan Tamariz (en febrero de 1999)*

Vida potagia

Olvidaos de las superproducciones foráneas. El espectáculo de Juan Tamariz no necesita de los f/x para ponernos una sonrisa de oreja a oreja y un gesto de incredulidad en la cara.  Como no podía ser de otra forma, Tamariz no soltó las cartas en toda la entrevista. Mucho arte.

El mago recibió a EL DUENDE en Tamarizland, la escuela de magia que lleva su hija y en la que él mismo da clase de vez en cuando. Un lugar idóneo para futuros profesionales o para aquellos que quieran epatar a sus amistades en guateques.

Eso de realizar un truco perfecto debe nacer de algún tipo de obsesión a una edad muy temprana. Hombre, yo creo que la hipótesis es falsa, que número perfecto no hay. Ahora, la respuesta está en la pregunta, hay que conjugar las dos cosas: tener mucha vocación de nacimiento, aptitudes para ciertas cosas, y luego pasión. No amor ni cariño, pasión. Te debes dedicar como una bestia, a todas horas. Yo suelo estar ocho o diez horas cada día con la baraja mínimo, y me gustaría tener más horas para estar quince, pero tienes que comer y hacer otras cosas que no voy a explicar ahora.

Todo el mundo sale de tu espectáculo con una pregunta: ¿cómo coño hace eso? Hay quien dice que las chicas salen de otra manera, enamoradas, pero esa es otra historia. A veces la gente me dice "hombre, me he divertido", pero si te has divertido solo, si no te has quedado un poquito admirado de una cosa que es aparentemente imposible, aunque todos sepamos que tiene su secreto... Esa es la gracia y el arte.  Si tuviera poderes y leyera el pensamiento pues sería como el que es alto o, como yo, el que es guapo de nacimiento; lo eres y punto. Pero no, esto es trabajo, pasión, tiempo,energía y ganas. Eso es lo bonito.

¿Intentaste hacer otro tipo de trabajos antes de dedicarte a esto profesionalmente? Sí, antes estudié otras cosas, luego hice dirección de cine, cortos, documentales, publicidad, etc y luego me pasé a esto definitivamente.

Ese dominio asombroso con las cartas...¿Nunca has pensado en rentabilizarlo con algo ilegal? ¿De qué crees que vivo?

¿Cuánto tiempo tienes que ensayar cada juego? Depende. Los que enseñamos aquí, que son más facilitos, se pueden hacer en cuatro o cinco meses. Con otros te pasas doce años, y lo normal es que te lleven cuatro o cinco. Llevan mucho tiempo, pero no solo son las manos. En magia de cerca, que es la más compleja, el 70 por ciento es psicología. Dices a alguien "elige una carta" y tienes que ver por dónde van a ir sus reacciones, las del grupo, quién es el líder del grupo en ese momento, si hay alguien que va a decir a la contra. Hay magos a lo mejor muy buenos técnicamente que luego son incapaces de hacer bien los juegos y al revés. Otro con menos calidad técnica es capaz de expresarse, de transmitir la energía.

¿Cómo podríamos pillarte en uno de tus trucos? ¿Nos podrías dar una pista, por pequeña que fuese? Yo no soy tan malvado, si un espectador ve un juego y sospecha por dónde va, en lugar de ilusionarse se queda ¡ah!. Es como si estás viendo una película, que es un juego de magia, el cine lo inventaron los magos en todos los aspectos, y viene un tío pelmazo cuando estás todo emocionado y dice "es mentira, es una actriz, es un actor, eso es un decorado". Pues dices bueno, sí, si yo la lo sé, pero deja que durante un tiempo suspenda mi incredulidad para que pueda gozar. Sería como ese enmascarado que me han dicho que hay en Tv que cuenta los trucos de los magos. El otro día me llamaron para ese programa y yo digo "¿pero tenéis la desfachatez de llamarme a un sitio en el que estropean los juegos. Yo voy con una condición, si me dejáis que cuente los finales de las películas que están poniendo?" Es preferible guardar el secreto para que haya ilusión.

¿Nos podrías contar alguna anécdota absurda que te haya ocurrido en el escenario? Mi mayor anécdota es que no he conseguido anécdotas. Me tendría que inventar una para estos casos. Me estoy acordando de una, pero no es una anécdota porque lo pasé muy mal. Fui a un pueblito y eran unos tíos muy brutos, no los del pueblito, que eran muy majos, pero había allí entre ellos tíos muy brutos. Le digo a uno ¿quieres venir a ayudarme? y me dice por lo bajo "hemos venido una pandilla y te vamos a zurrar". Pues estamos bien, nunca supe por qué. Lo que hice fue decirlo en voz alta, porque conmigo, solo, se atrevían y siendo más de diez me pueden. A lo mejor me lo dijo en broma, pero yo muy tranquilo no me quedé.

¿En qué medida te ha ayudado tu físico para hacer ese tipo de espectáculo? Si no tuviera físico cómo lo iba a hacer, ¿siendo espíritu puro? Lo cierto es que no me preocupo nada en tratar de cambiarme en escena. Muchas veces en Tv me dicen "¡coño cambiate los dientes que los tienes amarillos y deformes!". Pero cambiatelos tú, joder, que yo los tengo estupendamente y estoy muy contento con ellos. Si el que los ve no le gusta pues que no mire. Yo pienso que hay gente que aprecia eso.

Hay una pregunta que se le suele hacer a los actores que no veo yo por qué no se puede hacer a los magos, ¿te ha servido tu profesión y tu reconocimiento social para ligar más? Chico, es que ligo tanto que yo no sé si el extra se debe a mi profesión. Eso hay que preguntárselo a las chicas, pero fíjate, tendrías una semana para ir buscandolas. Esa encuesta te la dejo.

Pero es verdad que despiertas simpatías unánimes. Bueno, tengo amigos... pago a muchos... mando jamones en Navidad abundantes.

¿Qué crees que puede aportar la magia al siglo XXI, al siglo de la comunicación interactiva y la realidad virtual? Lo que siempre hace el arte. La magia nos recuerda el niño que tenemos dentro, que quiere jugar y ver algo que le parece imposible, sin tener que buscar la causa, soltar las estructuras lógicas de la realidad durante un momento. Creo que es un arte específico para conseguir eso. A veces me preguntan ¿tú crees que la magia es buena para los niños? Yo creo que precisamente es sólo para los niños, pero no para los niños de edad, sino para la parte que has tapado con las capas duras, queratinosas, que poco a poco te van poniendo. Yo hice magia hace años en un club de financieros en Bilbao, los duros estos de la banca. Los hombres al principio estaban como tensos, y luego ya gritaban todos "abra cadabra" con los brazos en alto. Y al final me decían. "Yo no recordaba desde hace 72 años nada igual". Eso es a lo mejor lo que le hace falta a usted para no ser tan agresivo. Luego además la magia expresa los sueños de la gente; la humanidad ha soñado a lo largo de los tiempos en volar, en saber lo que va a ocurrir mañana, en cambiar una cosa negativa por una cosa positiva. Esos sueños el mago los transforma en realidad, todos sabemos que con trampa, con secreto, pero nos da la sensación de que no nos engañan, de que hay posibilidades de mejorar la vida.

Hace años lanzaste un juego de mesa. No, lo que pasó es que hice un libro, una historia de la magia, y unas fichas para aprender, y entones esa misma editorial puso unos materiales e hizo una especie de caja. Pero yo creo que era más bien para niños, yo empecé con una caja de esas...¿Magia Borrás? ¡Sí, sí! Yo empecé con Magia Borrás, se lo pedí a los Reyes y estaba yo feliz, daba el coñazo a todos mis primos y amigos.

¿Qué te gusta hacer en tus ratos libres, aparte de magia? Me gusta mucho leer, me gusta la música, el flamenco sobre todo, el jazz y la música clásica. Luego me interesa mucho lo que es la vida de la gente. Yo voy a un país y si trabajo tres días me paso cuatro o cinco días más con la gente, me interesa mucho la vida social y política de cada país. Voy mucho a Latinoamérica y me apasionan todos sus problemas y todas las cosas que hay. Que están muy vivos, por cierto, cuando vengo a Europa me entristezco más porque estamos más muertos. Ellos tienen más problemas de tipo económico pero la gente está más viva, está luchando por sus cosas, con más ilusiones. Lo que es peor es cuando vas a Suiza y ves todo instalado y todo muy bien, pero muy tristes, muertecitos.

¿Qué piensas de ese ilusionismo basado en los efectos especiales que hace David Copperfield? Lo hace muy bien, estupendamente. Yo no sé hacer eso pero lo admiro mucho. Cuando vino yo no estaba, pero alguna vez hemos coincidido. En Las Vegas me llamó para ir a ver su espectáculo y es muy bonito.Cuando estuvo aquí asistió toda la jet política.

¿Alguna vez han ido Aznar o Pujol a verte? No, pero de vez en cuando en las queimadas que hacemos aquí si viene gente (se refiere a unos espectáculos muy reducidos que hace en su escuela de magia alrededor de una queimada). El otro día estuvo este que es de Castilla-La Mancha, José Bono. Tampoco me preocupo demasiado, me fijo más a ver si hay tías guapas.

¿Nunca te han pedido apoyo electoral? Pues sólo una vez, fíjate que curioso. Una vez, cuando Tierno Galván iba para alcalde, una amiga mía del PSOE me dijo "vente a trabajar a una fiesta". Yo no sabía que era una fiesta política, trabajé allí en una verbena y luego salió Tierno a echar su charlica. Luego me dijeron "oye que dice Tierno que va a ir por todos los pueblos, que si quieres ir tú antes". Dije que no, y eso que Tierno me caía muy bien.

Cuál es la propuesta más estrambótica que te han hecho? Me han hecho muchas de publicidad, pero nunca he querido. No me apetece. "Hombre, pero no te he dicho el precio, verás que bueno es", pues no me lo digas porque me vas a fastidiar más. Después de que cerraran la escuela de cine y me echaran, hice publicidad unos meses. Vi curiosamente que parte de los trucos que empleamos los magos para ilusionar también lo emplean para que se compre no se qué.

Una pregunta imprescindible, si Copperfiel se merece a Claudia Schiffer ¿a quién se merece Tamariz? Es que tú no has visto a mi novia. Te saco una foto y te quedas... ¡vamos! Además, Claudia me preguntó primero a mí. Le dije que no, ya tengo el cupo lleno.

Más información: Tamarizland (91 575 81 41)

Texto: Juanjo Montanary

Fotos: Luis Martínez

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* Bienvenidos a la Hemeroteca de El Duende: en esta sección publicamos algunas de las entrevistas más interesantes o curiosas que han sido publicadas en los quince años de historia en la revista El Duende. El tiempo también es distancia...
Esta entrevista fue publicada en la edición nº 5, en Febrero de 1999.